Una de las víctimas del ataque en Boulder, Colorado, permanece en estado crítico tras haber sufrido quemaduras graves, mientras que otras siete personas resultaron heridas en un acto violento que las autoridades federales calificaron como terrorismo.
El ataque ocurrió durante una manifestación pacífica en apoyo a los rehenes israelíes que siguen secuestrados en Gaza, cuando un hombre armado con un lanzallamas improvisado y cócteles molotov irrumpió en la concentración, gritando consignas contra el sionismo.
Este incidente representa el segundo ataque importante contra una reunión judía en Estados Unidos en las últimas semanas, tras el asesinato de dos empleados de la Embajada de israel en Washington.
El FBI confirmó que investiga el suceso como un acto de terrorismo dirigido. El agente especial Mark Michalek declaró en conferencia de prensa: “Está claro que se trata de un acto de violencia dirigido y el FBI lo investiga como un acto de terrorismo”. El ataque se produjo en la víspera de la festividad judía de Shavuot, cuando unas veinte personas se habían congregado frente al tribunal del condado, en la intersección de las calles 13 y Pearl, como parte de una marcha organizada por el grupo Run for Their Lives, que realiza eventos semanales en todo el país para visibilizar la situación de los rehenes.
El agresor, identificado como Mohamed Sabry Soliman, de 45 años, fue detenido en el lugar de los hechos. Testigos relataron a las autoridades que utilizó un “lanzallamas improvisado” y lanzó un artefacto incendiario contra los manifestantes.
El jefe de la policía de Boulder, Steve Redfearn, detalló que el sospechoso arrojó cócteles molotov a los participantes. En videos grabados en el lugar se observa a un hombre sin camisa gritando “Acaben con los sionistas” y “Palestina es libre”, mientras sostiene lo que parecen ser cócteles molotov.
Entre los heridos se encuentran cuatro mujeres y cuatro hombres, con edades comprendidas entre los 52 y los 88 años, quienes fueron trasladados a hospitales locales. El jefe Redfearn explicó que los servicios de emergencia recibieron llamadas a las 13:26 horas alertando sobre un “hombre armado” cerca del tribunal y reportando que “personas estaban siendo incendiadas”. Al llegar, los agentes encontraron a varias víctimas con lesiones compatibles con quemaduras, algunas de ellas potencialmente mortales. “Las víctimas fueron evacuadas a un centro médico comunitario de Boulder para recibir tratamiento”, indicó Redfearn, quien añadió que el sospechoso fue señalado por testigos y arrestado sin oponer resistencia.
Lynn Segal, de 72 años, quien formaba parte del grupo de manifestantes relató que, tras finalizar la marcha, vio cómo una “cuerda de fuego” pasó frente a ella, seguida de “dos grandes llamaradas”. Otro testigo, Alex Osante, originario de San Diego, se encontraba almorzando en una terraza cercana cuando escuchó el estallido de una botella y un fuerte “boom”, seguido de gritos.
Osante también describió cómo el agresor, tras el primer ataque, se ocultó entre unos arbustos, reapareció y lanzó otro cóctel molotov, pero aparentemente se prendió fuego accidentalmente. El hombre se quitó la camisa y lo que parecía ser un chaleco antibalas antes de ser arrestado.
La manifestación atacada era una de las habituales concentraciones pacíficas en favor de los rehenes israelíes, organizadas por Run for Their Lives. Un comunicado conjunto de organizaciones judías locales confirmó que un artefacto incendiario fue arrojado contra los participantes de la marcha.
El gobernador de Colorado, Jared Polis, condenó el ataque y lo calificó como un “acto terrorista atroz”. “Mientras la comunidad judía estadounidense sigue conmocionada por los horribles asesinatos antisemitas en Washington D.C., resulta inconcebible que la comunidad judía enfrente otro ataque terrorista aquí en Boulder”, declaró.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, condenó el ataque: “Estamos unidos en oración por las víctimas de un ataque terrorista dirigido esta tarde en Boulder. El terrorismo no tiene cabida en nuestro gran país”.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, emitió una declaración poco habitual durante una festividad judía, condenando el ataque en Colorado. Netanyahu afirmó: “Este ataque estuvo dirigido contra personas pacíficas que solo querían expresar su solidaridad con los rehenes retenidos por Hamás, simplemente por ser judíos”.
Añadió que confía en que las autoridades estadounidenses procesarán al responsable “con todo el peso de la ley” y harán todo lo posible para evitar futuros ataques contra civiles inocentes. Netanyahu subrayó: “Los ataques antisemitas en todo el mundo son el resultado directo de calumnias sangrientas contra el Estado judío y su pueblo, y esto debe detenerse”.
El Departamento de Policía de Nueva York anunció un refuerzo de la protección en sitios religiosos de la ciudad durante la festividad de Shavuot, desplegando patrullas y equipos armados.
El ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Sa’ar, también responsabilizó al antisemitismo alimentado por “calumnias sangrientas difundidas en los medios” como causa del ataque. Israel subrayó que la retórica antisemita y la desinformación han contribuido a un clima de hostilidad que pone en riesgo a las comunidades judías en Estados Unidos y otros países.