Ocurrió en septiembre pasado. En aquel momento, el régimen de Bashar al-Assad seguía en el poder en Siria, mientras que Jerusalem aún no había lanzado su campaña contra Hezbollah en el Líbano.
Las tropas atacaron la región de al-Mawasi en el sur de la Franja de Gaza y dejaron un saldo de 10 muertos y 15 heridos.
Hamas sigue negándose a facilitar a Israel una lista de los rehenes vivos retenidos en Gaza, según varios funcionarios israelíes.
Las FDI realizaron emboscadas contra el grupo terrorista en el norte de la Franja. Los militares informaron que 240 combatientes palestinos fueron detenidos en la incursión en Jabalia, en una de las “mayores operaciones” en el enclave desde el inicio de la guerra.
Al premier israelí le extirparon la próstata tras padecer una infección.
El Ministerio de Sanidad israelí envió el reporte a Alice J. Edwards, relatora especial de la ONU sobre la tortura y otros tratos crueles, un resumen basado en testimonios de los rehenes liberados en noviembre. Entre los relatos se incluyen golpizas, abusos sexuales y humillaciones, incluso a los niños.
Los hutíes volvieron a atacar en la madrugada del sábado enviando a miles de israelíes a los refugios en medio de la noche. Las FDI afirmaron que el proyectil fue interceptado antes de ingresar en territorio israelí.
Ludmila Lipovsky fue atacada a la salida de la residencia en la que vivía en Herzliya por un hombre de 28 años proveniente de Cisjordania que había trabajado para el servicio de inteligencia israelí como informante.
“Como dije, Hamas aprendió, Hezbollah aprendió y Siria aprendió. Los Hutíes también aprenderán”, aseguró el premier israelí.
Mientras el líder del grupo terrorista daba un discurso celebrando su “victoria” por los recientes ataques, el ejército israelí golpeó el aeropuerto de Sana, centrales eléctricas y puertos dejando un saldo de tres muertos y 16 heridos.
