En medio de una creciente presión internacional, Karim Khan, fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), enfrenta serias acusaciones de abuso sexual. Estas acusaciones surgieron en un momento crítico, justo cuando Khan estaba considerando presentar cargos contra funcionarios israelíes por su conducta en la guerra de Gaza. Según el Wall Street Journal, la decisión de Khan de emitir una orden de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha generado controversia.
El prestigioso diario norteamericano sugiere que pudo ser un intento de desviar la atención de las acusaciones en su contra.
Las acusaciones contra Khan provienen de una abogada malaya que trabajaba en su equipo. Según su testimonio ante funcionarios de la ONU, Khan la habría agredido sexualmente en varias ocasiones y lugares, incluyendo Nueva York, Colombia, Congo, Chad y París.
La mujer, que está casada y tiene un hijo, afirmó que en todo momento sintió temor a represalias. “Es la sensación de estar atrapada”, declaró en su testimonio, según el Wall Street Journal.
El anuncio de la orden de arresto contra Netanyahu, el primero de su tipo contra un líder democráticamente elegido y alineado con Occidente, sorprendió a muchos, incluidos funcionarios israelíes y estadounidenses.
La decisión de Khan ha sido interpretada por algunos como un intento de ganar apoyo entre los países miembros de la CPI que son críticos con Israel. El Wall Street Journal informó que la orden de arresto también desalentó a la acusadora de Khan de seguir adelante con sus denuncias, ya que ella apoyaba firmemente la investigación sobre los líderes israelíes.
Mientras tanto, la ONU está investigando si Khan intentó intimidar o tomar represalias contra la mujer y otros funcionarios que informaron sobre su presunta mala conducta. Un informe de la Oficina de Servicios de Supervisión Interna de la ONU se espera en los próximos meses.
Cualquier acción para destituir a Khan requeriría el voto mayoritario de las 125 naciones miembros de la corte. El Wall Street Journal destacó que la autoridad de la CPI se ve complicada por el hecho de que las naciones más poderosas del mundo, como Estados Unidos, India, Rusia y China, no son miembros de la corte.
Khan ha negado categóricamente las acusaciones de abuso sexual, afirmando que son parte de un esfuerzo más amplio para socavar la CPI. Según sus abogados, Khan solicitó una investigación externa sobre las acusaciones después de que la CPI cerrara una investigación interna. “Es categóricamente falso que haya participado en conductas sexuales inapropiadas de cualquier tipo”, declaró Khan a través de sus abogados.
La situación ha generado un debate intenso dentro y fuera de la CPI sobre si Khan ha puesto en peligro la corte, dado el poder de Israel en Washington y el apoyo del país en Europa. Algunos críticos sugieren que Khan podría haber manejado los presuntos crímenes de Netanyahu de otra manera, utilizando la influencia diplomática de la corte para presionar al gobierno israelí.
Stephen Rapp, exembajador de Estados Unidos para crímenes de guerra, comentó: “El fiscal es tanto un fiscal como un diplomático, y en gran medida, el papel diplomático es el más importante”.
A pesar de las acusaciones y la controversia, Khan continúa en su puesto, reuniéndose con funcionarios y diplomáticos en La Haya y viajando por el mundo. La situación ha generado descontento dentro de la institución, con algunos fiscales y personal pidiendo a Khan que se tome una licencia hasta que se complete la investigación. Sin embargo, Khan se ha negado a hacerlo, lo que ha llevado a algunos a temer que su presencia en la corte esté desalentando a posibles testigos de cooperar con la investigación.