El jefe del Mossad, la agencia de inteligencia israelí, David Barnea, viajó el domingo a Doha para discutir los intentos de avanzar hacia un acuerdo de liberación de los rehenes israelíes en manos de Hamas con el director de la CIA, William Burns, y el primer ministro qatarí, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani. Según la Oficina del Primer Ministro de Israel, los funcionarios discutirán “las diversas posibilidades de reanudar las negociaciones para la liberación de rehenes del cautiverio de Hamas, basándose en los últimos acontecimientos”.
Los negociadores han retomado los intentos de acordar tras el asesinato del líder de Hamas, Yahya Sinwar, abatido por tropas de las Fuerzas de Defensa de Israel a principios de este mes. Los líderes consideran la muerte de Sinwar una oportunidad para avanzar, ya que el jefe terrorista era sindicado como el principal obstáculo para la negociación.
Hamas no participará en esta ronda de reuniones, según The Times of Israel, pero podría unirse a una ronda posterior, con mediadores que se desplazarían entre el grupo terrorista y los negociadores israelíes.
Israel está explorando la posibilidad de un pequeño acuerdo diseñado para iniciar conversaciones con Hamas sobre un acuerdo más complejo para entender quién manda en el grupo terrorista tras la muerte de Sinwar, dijo el diario israelí citando a funcionarios.
El presidente egipcio, Abdel-Fattah el-Sissi, dijo el domingo en una conferencia de prensa en El Cairo que su país había propuesto un alto el fuego de dos días en Gaza para intercambiar cuatro rehenes israelíes por algunos prisioneros palestinos. La propuesta egipcia -que incluiría 10 días de negociaciones tras la liberación de los 4 rehenes- fue presentada por el jefe del Shin Bet, Ronen Bar, la semana pasada al gabinete de seguridad nacional, según informó el Canal 12.
Netanyahu decidió no someter la propuesta a votación debido a que implicaba que Israel detuviera los combates antes de recibir a los rehenes, por lo que envió a Bar nuevamente a Egipto para seguir negociando. Según informa Al Arabiya, Hamas estaría dispuesto a aceptar la propuesta egipcia siempre que se incorporen a la negociación posterior sus exigencias, incluyendo garantías de que Israel se comprometerá a que la propuesta egipcia forme parte de un acuerdo global.
Hamas presentará a los negociadores un acuerdo global para el fin inmediato de la guerra y la retirada de las tropas israelíes de la Franja de Gaza, así como el intercambio de cierto número de detenidos palestinos a cambio de la liberación de todos los rehenes israelíes, según han declarado responsables de Hamas al canal saudí Asharq News.
Según The Wall Street Journal, la semana pasada Barnea ofreció en Egipto a los dirigentes de Hamas un salvoconducto para salir de la Franja de Gaza si se desarmaban y liberaban a los 101 rehenes que mantienen retenidos. Hamas rechazó “rápidamente” la propuesta, y Khalil al-Hayya, dirigente adjunto de Hamas para Gaza, afirmó que la oferta demostraba que Israel no entendía al grupo terrorista y corría el riesgo de prolongar la guerra durante meses o años, según el informe.
Se cree que 97 de los 251 rehenes secuestrados por Hamas el 7 de octubre permanecen en Gaza, incluidos los cadáveres de al menos 34 muertos confirmados por las FDI. Hamas también retiene a dos civiles israelíes que entraron en la Franja en 2014 y 2015, así como los cuerpos de dos soldados de las FDI que murieron en 2014.
El domingo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que el regreso de los rehenes vivos y muertos es una “misión sagrada”, mientras que el ministro de Defensa, Yoav Gallant, subrayó que no todos los objetivos pueden alcanzarse mediante la fuerza militar.
“Devolver a los rehenes a sus hogares exige compromisos dolorosos. Debemos hacerlo por los rehenes, por sus familias, por los soldados que cayeron por este objetivo, por el legado de las FDI y en nombre del pueblo judío”, aseguró Gallant.
Por su parte, el presidente israelí, Isaac Herzog, pidió que se aprovechara la oportunidad de traer a casa a los rehenes retenidos en la Franja de Gaza tras el asesinato de Sinwar, describiéndolo como la “tarea suprema” a la que se enfrenta el país.