La República Islámica de Irán se está preparando para una guerra con Israel, mientras también se alista para responder si el Estado judío ataca, como ha prometido, al territorio iraní en respuesta al ataque con misiles balísticos del 1 de octubre. Citando a funcionarios iraníes, The New York Times informó que el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, ordenó a las fuerzas armadas formular numerosos planes basados en el posible resultado del ya anunciado ataque de represalia por parte de Israel.
“Irán ha ordenado a las fuerzas armadas que estén preparadas para la guerra, pero también que traten de evitarla“, dice el informe del diario estadounidense. Los funcionarios citados dijeron que si Israel infligiera daños significativos en lugares sensibles, como instalaciones petroleras y nucleares, o si tuviera como objetivo a altos funcionarios iraníes, Irán escalará el conflicto aún más, algo Estados Unidos busca impedir a toda costa.
Si la respuesta de Israel es considerada desproporcionada por Jamenei, Irán podría disparar una andanada de hasta mil misiles balísticos -un paso significativo en comparación con los 200 que disparó el 1 de octubre- o incluso interrumpir el suministro mundial de energía y las rutas comerciales internacionales, lo que dejaría a Medio Oriente a las puertas de una guerra a gran escala. Sin embargo, si Jerusalén limitara su respuesta a atacar depósitos de armas o bases militares, Teherán podría no responder, lo que pondría fin al enfrentamiento directo entre ambos países.
Anteriormente se pensaba que Israel estaba barajando la posibilidad de atacar infraestructuras petrolíferas o instalaciones nucleares iraníes, algo a lo que Estados Unidos se opone dado que intensificaría los combates y llevaría a más represalias iraníes, que incluirían más ataques de Hamas, Hezbollah y los hutíes de Yemen contra civiles israelíes.
Los dirigentes iraníes sostienen públicamente que no pretenden desencadenar una guerra regional total, y el ministro de Asuntos Exteriores, Abbas Araghchi, realizó una intensa gira regional la semana pasada para insistir en este punto. Sin embargo, también temen parecer débiles, y un duro golpe a manos de Israel podría dejarles la sensación de que deben reafirmar su dominio en la región.
El jefe del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica, Hossein Salami, advirtió el jueves de que ni siquiera con la ayuda de un avanzado sistema estadounidense de defensa antimisiles instalado recientemente en Israel sería capaz de repeler futuros ataques de Teherán. “Al igual que los sistemas antimisiles Arrow no funcionaron durante la Operación Promesa Verdadera 2 (el ataque del 1 de octubre), los sistemas THAAD tampoco funcionarán. No confíen en el THAAD, sus capacidades son limitadas”, declaró Salami a la agencia de noticias estatal rusa TASS.
El THAAD, o Terminal High Altitude Area Defense System, es una parte fundamental de los sistemas de defensa aérea por capas del ejército estadounidense y se suma a las ya formidables defensas antimisiles de Israel.
Se dice que los planes de represalia de Israel se han visto desbaratados recientemente tras la filtración el pasado viernes de documentos confidenciales estadounidenses sobre el asunto, que revelaban observaciones de Estados Unidos sobre las medidas adoptadas por la Fuerza Aérea israelí los días 15 y 16 de octubre en vísperas de un ataque.
Al mismo tiempo, la emisora pública Kan informó el jueves de que la Fuerza Aérea israelí ha completado sus preparativos para la represalia y ahora está a la espera de que los dirigentes políticos la pongan en marcha.
Los planes han sido aprobados por el Jefe del Estado Mayor de las FDI, Herzi Halevi, y por el ministro de Defensa Yoav Gallant, dijo un funcionario de seguridad a Kan, y ahora es sólo cuestión de decidir el momento adecuado para lanzar el ataque.