Mientras aumentan las tensiones por el programa nuclear iraní, la Fuerza Aérea israelí realizó el último lunes simulacros de ataques con misiles y cohetes contra sus bases, las mismas que fueron blanco de ataques iraníes en abril y octubre de 2024.
Según informó la Agencia Judía de Noticias, el ejercicio buscó reforzar la preparación en caso de que las conversaciones nucleares entre los Estados Unidos e Irán fracasen.
Los ejercicios, que supuestamente simularon ataques contra bases aéreas como Nevatim y Ramon —ambas previamente atacadas por Irán— se centraron en probar la resiliencia de los sistemas de defensa aérea multicapa de Israel y la preparación del comando ante un ataque sostenido. Si bien los detalles específicos siguen siendo escasos, los expertos militares creen que las simulaciones reflejan lecciones cruciales de anteriores campañas iraníes con misiles y drones.
El informe de The New York Times de la semana pasada que reveló un suspendido plan israelo-estadounidense para atacar a Irán, supuestamente bloqueado por el presidente Donald Trump, tomó por sorpresa a los funcionarios israelíes.
En Jerusalem, la filtración se considera una táctica de los Estados Unidos para presionar a Teherán hacia un acuerdo nuclear.
Israel considera la trayectoria nuclear de Irán una amenaza existencial. A pesar de la insistencia de Teherán en que su programa es pacífico, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha confirmado que Irán posee suficiente material fisible para múltiples armas nucleares.
Luego de una segunda ronda de conversaciones, Omán confirmó que ambas partes acordaron avanzar hacia un “acuerdo justo, duradero y vinculante”, que garantice que Irán permanezca libre de armas nucleares y al mismo tiempo conserve sus capacidades de energía nuclear con fines pacíficos.