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Israel se prepara para una guerra a gran escala con Hezbollah

A medida que pasan los días y persisten los ataques con misiles y drones desde el Líbano, crece en Israel la posibilidad de comenzar una guerra a gran escala con Hezbollah en la frontera norte, donde a diario hay intercambio de misiles entre el ejército israelí y el grupo terrorista desde hace casi un año. Si bien muchos funcionarios abogan por una solución diplomática que evite abrir otro frente militar terrestre mientras continúa la guerra en la Franja de Gaza con Hamas, cada vez son más los dirigentes que presionan al primer ministro Benjamín Netanyahu para que haga frente de una vez por todas a la amenaza terrorista que forzó la evacuación de miles de israelíes de las comunidades del norte.

El principal general israelí al mando de la conflictiva frontera, Ori Gordin, ha empezado a presionar activamente a los dirigentes para que aprueben una ofensiva terrestre en el sur del Líbano con el objetivo de crear una zona de seguridad y poner fin a más de 11 meses de incesantes ataques contra pueblos y comunidades de Galilea, en medio de las discrepancias al respecto entre los políticos y los altos mandos de Defensa.

En las últimas semanas, el gobierno de Netanyahu se ha visto sometido a una presión cada vez mayor, tanto por parte de los votantes como de los legisladores, para hacer frente a Hezbollah, que ha convertido las zonas próximas a la frontera en una zona de guerra, con decenas de miles de desplazados de sus hogares debido a los continuos ataques con drones y misiles.

Según reportaron en las últimas horas medios israelíes, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, se opone en este momento a una operación militar compleja en el Líbano, mientras que Netanyahu se ha mostrado a favor de una operación. De acuerdo a informes periodísticos, Netanyahu habría amenazado con despedir a Gallant por esta cuestión.

El general Gordin, jefe del Mando Norte de las Fuerzas de Defensa de Israel, está presionando a los responsables de la toma de decisiones para que lancen una incursión a gran escala en Líbano, mientras que Gallant y el jefe del Estado Mayor de las FDI, Herzi Halevi, han expresado sus dudas. Los funcionarios consideran que Hezbollah es un enemigo más peligroso que el grupo terrorista Hamas y que el enfrentamiento podría ser más desafiante para las tropas israelíes.

Según los informes, Gallant cree que ahora no es el momento adecuado para un movimiento como ese, y quiere dar una oportunidad a los esfuerzos para lograr una solución diplomática en el norte y un acuerdo de cese del fuego en Gaza.

En una llamada con el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, Gallant dijo ayer por la noche que la posibilidad de alcanzar una solución diplomática en la frontera era concreta. El ministro dijo a su par estadounidense que Israel está comprometido a alejar a Hezbollah de la frontera y permitir que los residentes regresen a sus hogares en el norte, según un comunicado de la oficina del ministro de Defensa del lunes por la mañana.

Hezbollah, que comenzó a lanzar ataques contra Israel en apoyo de Hamas un día después de la masacre perpetrada por el grupo gazatí el 7 de octubre en el sur de Israel, ha dicho que sólo dejará de disparar cuando termine la guerra en Gaza, aunque muchos israelíes temen que el grupo terrorista siga siendo una amenaza mientras pueda operar en la frontera.

Gordin, según el diario Israel Hayom, ha recomendado en recientes reuniones que se dé luz verde a las FDI para tomar y ocupar una zona en el sur del Líbano como tapón para detener los avances del grupo terrorista. Según el informe, Gordin cree que sería posible expulsar rápidamente a los milicianos libaneses de la frontera, ya que la mayoría de las fuerzas de élite de Hezbollah han muerto en ataques israelíes o ya han huido hacia el norte.

Una maniobra de este tipo supondría probablemente el riesgo de una guerra total contra Hezbollah, que se cree que dispone de un arsenal de 150 mil cohetes, incluidos misiles de precisión avanzados suministrados por Irán, que podría utilizar para aterrorizar a Israel durante semanas. Sin embargo, Gordin cree que tal movimiento aseguraría el norte de Israel en el largo plazo y obtendría una ventaja para una solución diplomática.

Tanto Hezbollah como Israel afirman públicamente que no están interesados en una nueva guerra total, que probablemente causaría daños generalizados en Israel y destruiría gran parte de Líbano, pero están dispuestos a luchar si es necesario. Un conflicto también podría provocar a otros proxies iraníes, como los hutíes de Yemen, que dispararon un misil balístico contra Tel Aviv el domingo, o al propio régimen de Teherán.

Las especulaciones sobre una escalada de los combates se han intensificado en los últimos días, con Hezbollah disparando periódicamente descargas de docenas de cohetes y drones explosivos contra las comunidades evacuadas en la región fronteriza, en gran parte deshabitada. Israel ha respondido con ataques aéreos diarios contra el grupo, y ha asesinado a algunos de sus altos mandos y atacado depósitos de armas en el interior del Líbano, según las FDI.

Desde el 8 de octubre han muerto 26 civiles en ataques dirigidos por Hezbollah desde el Líbano, así como 20 soldados y reservistas de las FDI. También se han producido varios ataques desde Siria, sin heridos.

Hezbollah ha dado el nombre de 440 miembros que han muerto a manos de Israel durante los enfrentamientos en curso, la mayoría en Líbano, pero algunos también en Siria. También han muerto otros 78 operativos de otros grupos terroristas, un soldado libanés y decenas de civiles.