Desde el 18 de abril, más de 2.000 personas han sido arrestadas en campus universitarios en todo Estados Unidos, en medio de crecientes protestas pro Hamas.
Las manifestaciones, que exigen a las instituciones educativas desinvertir en empresas que apoyan a Israel y su participación en la guerra en Gaza, han ganado ímpetu a lo largo de las semanas.
Los operativos policiales se extendieron por varias universidades de Estados Unidos, con detenciones en la Universidad de Texas y la dispersión de manifestaciones en instituciones como la Universidad de Fordham, Universidad de Columbia, Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), y la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), en respuesta a las protestas estudiantiles pro Hamas.
Según datos revisados por CNN, el mayor número de detenciones en un solo día se registró el 30 de abril, con cerca de 400 arrestos. Al día siguiente, el 1 de mayo, se produjo otra gran oleada de detenciones, sumando casi 200 personas más bajo custodia.
El presidente Joe Biden ha pronunciado sus declaraciones más extensas hasta la fecha sobre las tensiones, diferenciando claramente entre lo que considera protestas pacíficas y actos violentos. “Reitero mi apoyo a Israel”, expresó Biden.
“Este es un momento crítico para nuestra nación y para el mundo”, subrayan voces tanto dentro como fuera del ámbito académico, reflejando la percepción de que los eventos actuales podrían tener profundas consecuencias para las generaciones venideras, tanto en términos de política internacional como de cohesión social interna.