El jefe de los hutíes, Mahdi al Mashat, prometió una respuesta “fulgurante, dolorosa y más allá de lo que el enemigo israelí pueda soportar” y advirtió que los bombardeos “continuarán”, en un comunicado emitido después de que Israel bombardeara infraestructuras en manos de los terroristas, en respuesta a un disparo de misil contra el aeropuerto de Tel Aviv.
Las amenza se da el mismo día en que Estados Unidos y los terroristas hutíes de Yemen llegaron a un acuerdo de alto al fuego.
“Tras las recientes conversaciones y contactos llevados a cabo por el sultanato de Omán con Estados Unidos y las autoridades concernidas en Saná (…) los esfuerzos resultaron en un acuerdo de alto el fuego entre las dos partes”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Omán, Badr Albusaidi, que ofició de mediador.
“En el futuro, ninguna de las partes tendrá como objetivo a la otra, incluyendo los navíos estadounidenses” en el mar Rojo, agregó.
Por su parte, Trump declaró que “los hutíes anunciaron (…) que ya no quieren combatir. Simplemente no quieren pelear. Y vamos a honrar eso. Detendremos los bombardeos, y ellos se rindieron”.
“Dicen que no van a volar más barcos, y ese era nuestro propósito”, añadió Trump y prometió un “anuncio muy, muy importante” antes de su viaje a Medio Oriente la próxima semana, sin dar detalles.
Los terroristas proiraníes de Yemen han lanzado misiles y drones contra Israel y atacado barcos en el mar Rojo desde finales de 2023. Alegan solidaridad con los palestinos en Gaza. Los ataques de los hutíes alteraron la navegación por el Canal de Suez, una ruta por la que pasa normalmente cerca del 12% del tráfico marítimo mundial.
Apoyados por Irán, enemigo de Israel, los hutíes están en guerra con el gobierno de Yemen desde 2014 y controlan gran parte de este país de la Península Arábiga, situado a más de 1.800 kilómetros de territorio israelí.