Un alto comandante de campo de Hezbollah murió el martes por la noche en un ataque israelí con aviones no tripulados en el sur de Líbano, según informó el ejército. En respuesta a la muerte del comandante, el grupo terrorista lanzó una andanada de unos 60 misiles contra una base de control del tráfico aéreo en el norte de Israel.
Hussein Ibrahim Makki, según las Fuerzas de Defensa de Israel, era un alto mando de la unidad denominada Frente Sur del grupo terrorista. Anteriormente había dirigido la división costera de Hezbollah. Las FDI dijeron que Makki “planeó y llevó a cabo muchos ataques terroristas contra el frente interno israelí en medio de la guerra”.
Makki fue atacado mientras conducía cerca de Tiro, según el ejército y los medios libaneses. De acuerdo a los servicios de emergencia, otras dos personas resultaron heridas en el ataque.
Hezbollah anunció el fallecimiento de Makki, diciendo que había muerto “en el camino a Jerusalén”, su término para los operativos muertos en ataques israelíes. El grupo terrorista no se refirió a Makki como comandante ni mencionó el papel que desempeñaba.
El ejército israelí informó que más de 30 comandantes de Hezbollah han muerto en sus ataques en el sur del Líbano en medio de la guerra en los últimos siete meses.
El miércoles por la mañana, en respuesta al asesinato del comandante, Hezbollah lanzó una andanada de unos 60 cohetes desde el Líbano contra el norte de Israel, la mayoría dirigidos contra el monte Meron, situado a unos ocho kilómetros de la frontera con el Líbano. Varios cohetes fueron interceptados por las defensas aéreas, mientras que algunos causaron “daños menores” en la base del monte Meron, según las FDI.
Hezbollah reivindicó la autoría de los ataques, afirmando que había atacado la base de Monte Meron con docenas de cohetes, así como la base de Biranit con proyectiles adicionales.