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A 33 años del atentado terroristas a la Embajada de Israel en Argentina

El 17 de marzo de 1992, un ataque terrorista sacudió a Argentina y dejó una marca indeleble en su historia. Una camioneta cargada de explosivos detonó frente a la Embajada de Israel en Buenos Aires, causando la muerte de 29 personas y dejando heridas a otras 242.

El atentado, que ocurrió a las 14:47 hora local, fue el primero de los dos ataques terroristas que sufrió el país en la década de los 90. El ataque fue perpetrado por un suicida que conducía una camioneta Ford F-100, la cual había sido adquirida con dólares provenientes de casas de cambio en Biblos, Líbano.

El atentado no solo destruyó la embajada, sino que también causó daños significativos a una iglesia católica y a una escuela cercana. La explosión fue tan potente que afectó a edificios en las inmediaciones, dejando un rastro de devastación. Este ataque indiscriminado subrayó la brutalidad del terrorismo internacional, que no distingue entre credos, nacionalidades o edades.


Investigación y obstáculos judiciales

La investigación del atentado recayó en la Corte Suprema de Justicia de Argentina, dado que se trataba de una representación extranjera. Sin embargo, los avances fueron lentos y plagados de dificultades.

En diciembre de 1999, la Corte Suprema dictó una acordada que establecía que el atentado había sido obra de la Jihad Islámica, el brazo armado de Hezbollah. A pesar de esta declaración, la causa no avanzó significativamente. Con el cambio de gobierno y la llegada del kirchnerismo, se renovaron las esperanzas de justicia, pero estas no se materializaron. En 2015, el entonces presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, declaró que la causa tenía “cosa juzgada”, lo que generó confusión, ya que en 2006 se había dictaminado que la causa no había prescripto.

A lo largo de los años, se han emitido órdenes de captura para varios sospechosos, incluyendo aJosé Salman el-Reda Reda y Hussein Mohamad Ibrahim Suleiman. Suleiman fue arrestado en 2001 en Jordania y habría confesado su participación en el atentado, detallando cómo ingresó los explosivos a Argentina.

A pesar de los esfuerzos por esclarecer el atentado, muchas preguntas permanecen sin respuesta. La posibilidad de una “conexión local” y un eventual encubrimiento posterior son temas que aún generan especulación.

En julio de 2022, salió a la luz la investigación del Instituto de Inteligencia y Operaciones Especiales israelí sobre el ataque terrorista a la sede diplomática. Se trató de un trabajo de información secreta y pública recopilada durante treinta años, de 43 páginas de extensión, que incluyen datos inéditos que -por primera vez- fueron revelados a nivel global. Gracias al informe del Mossad, se supo que no hubo participación de ciudadanos argentinos en el ataque y se logró identificar a todos los involucrados con nombre, apellido y foto. El trabajo ratificó la responsabilidad política y criminal de ambas organizaciones terroristas en el atentado contra la Embajada de Israel, localizada en la calle Arroyo 916, y señaló que la infraestructura del estallido fue creada en Argentina y Brasil desde 1988.

La investigación, titulada Irán-Líbano/Hezbollah/ESO/ “Yihad Islámica”-Atentado a la Embajada de Israel., establece cinco conclusiones básicas:

1. El régimen iraní y la organización Hezbollah a través de Yihad Islámica son los únicos responsables del atentado.

2. La infraestructura del atentado (también el de la AMIA) fue creada en Argentina y Brasil a partir de 1988.

3. Todos los miembros operativos involucrados en el atentado fueron identificados por nombre, apellido y fotografía (al igual que los participantes en el atentado de la AMIA), y residen en el Líbano y en Irán.

4. No hubo participación alguna de ciudadanos argentinos en el atentado contra la embajada de Israel.

5. Todos los miembros de la célula que perpetraron ambos atentados en la Argentina, estuvieron involucrados en atentados adicionales o en la preparación de otras infraestructuras terroristas en otras partes del mundo, incluso en los últimos años.

Los familiares de las víctimas han luchado incansablemente por el reconocimiento y la memoria de sus seres queridos. En 2017, se aprobó la ley 27417, que consagra el Día de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas del atentado. Esta ley también establece la inclusión de la tragedia en la currícula escolar oficial como un hecho histórico.

Este año el acto central de conmemoración se llevará a cabo el 17 de marzo en la plaza seca de la Embajada de Israel, con la presencia de autoridades argentinas e israelíes.