Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) retomaron el lunes su ofensiva contra Hezbollah en el sur del Líbano en respuesta a la oleada de misiles lanzada por el grupo terrorista durante los últimos días. Según el Ministerio de Seguridad libanés, 180 personas murieron producto de los ataques.
Israel advirtió que los ataques se intensificarán y alertó a los civiles libaneses para que abandonen las zonas donde la organización terrorista respaldada por Irán podría estar almacenando armamento. La aviación israelí tiene como objetivos las viviendas en las que Hezbollah emplazó “cohetes, misiles y drones” en el valle de Beqaa.
Mientras tanto, por segundo día consecutivo, sonaron las sirenas antimisiles en el norte de Israel, después de que el grupo terrorista bombardeara comunidades con al menos 150 cohetes en una de sus andanadas más intensas desde que estallaron los combates el 8 de octubre del año pasado.
Videos difundidos por libaneses en las redes sociales mostraban a miles de personas huyendo de las principales ciudades, y las autoridades empezaron a abrir escuelas para dar cobijo a los miles de nuevos desplazados.
Los militares israelíes afirmaron haber atacado el lunes más de 300 objetivos en todo el Líbano, entre ellos muchas viviendas que, según dijeron, albergaban armas que amenazaban directamente a Israel, en uno de los bombardeos aéreos más intensos desde la guerra de 2006 contra Hezbollah. La creciente ola de ataques a ambos lados de la frontera aumentó el temor a un nuevo estallido de un conflicto total que desemboque en una guerra abierta.
En una rueda de prensa, el portavoz de las FDI, Daniel Hagari, señaló que algunos videos de los ataques mostraban explosiones secundarias, señalándolas como pruebas de los almacenes de armas de Hezbollah en esas locaciones. “Lo que se ve ahora en el sur del Líbano son las armas de Hezbollah explotando dentro de las casas. En cada casa que atacamos hay cohetes, drones y misiles que estaban destinados a matar a civiles israelíes“, declaró Hagari, instando a los civiles del valle de Beqaa a huir de esas viviendas.
Avichay Adraee, portavoz en árabe de las FDI, advirtió que los civiles tenían dos horas para abandonar Beqaa. Los medios de comunicación libaneses informaron de que los residentes recibieron mensajes de texto instándoles a alejarse de cualquier edificio donde Hezbollah almacene armas.
Mientras tanto, el Ministerio de Salud libanés pidió a los hospitales del sur y del valle oriental de la Beqaa que pospusieran las intervenciones quirúrgicas que pudieran realizarse más tarde. El ministerio dijo en un comunicado que su petición tenía como objetivo mantener los hospitales listos para atender a las personas heridas por “la expansión de la agresión de Israel sobre el Líbano”.
El ministro de Información libanés, Ziad Makary, dijo a sus compatriotas que ignoraran las advertencias, señalando que su oficina en Beirut había recibido un mensaje grabado en el que se decía a la gente que abandonara el edificio. “Esto se enmarca en la guerra psicológica implementada por el enemigo”, dijo Makary, instando a la gente a “no dar al asunto más atención de la que merece”.
Antes del éxodo masivo, los residentes de los pueblos del sur del Líbano publicaron fotos en las redes sociales de ataques aéreos y grandes columnas de humo. La Agencia Nacional de Noticias del Líbano también informó de ataques aéreos en diferentes zonas, incluidas algunas alejadas de la frontera.
Se cree que unos 80.000 libaneses han huido ya del sur del Líbano en los últimos 12 meses, en los que se han producido casi a diario ataques transfronterizos con cohetes de Hezbollah y ataques aéreos israelíes. Otras 60.000 personas del norte de Israel se han visto obligadas a evacuar sus hogares.
Israel acusa desde hace tiempo a Hezbollah de transformar comunidades enteras del sur del Líbano en bases terroristas, con lanzaderas de cohetes y otras infraestructuras ocultas entre los civiles.
El lunes por la mañana, Hagari mostró imágenes inéditas de operativos de Hezbollah preparándose para lanzar un misil de crucero desde el interior de una vivienda civil en un pueblo del sur del Líbano. El edificio fue blanco de un ataque aéreo. Las FDI dijeron que el misil estaba cargado con unos 300 kilogramos de explosivos y tenía un alcance de hasta 200 kilómetros.
Un oficial militar israelí dijo a The Times of Israel que el foco por el momento está en operaciones aéreas y que no hay planes inmediatos para una operación terrestre. El funcionario, que habló bajo condición de anonimato, dijo que los ataques tienen por objeto frenar la capacidad de Hezbollah para lanzar más ataques contra Israel.
Hezbollah comenzó a disparar contra Israel un día después de la matanza perpetrada por su aliado Hamas el 7 de octubre en el sur de Israel, en lo que dijo era un intento de inmovilizar a las fuerzas israelíes para ayudar a los combatientes palestinos en Gaza. Israel ha respondido con ataques aéreos, y el conflicto no ha dejado de intensificarse en el último año.
Israel ha prometido hacer retroceder a Hezbollah de la frontera para que sus ciudadanos puedan regresar a sus hogares, afirmando que prefiere hacerlo por la vía diplomática pero que está dispuesto a utilizar la fuerza. Por su parte, Hezbollah ha afirmado que mantendrá sus ataques hasta que se produzca un cese del fuego en Gaza, pero esto parece cada vez más difícil a medida que se acerca el primer aniversario de la guerra.