“Shiri, siento no haber podido protegerlos”, lamentó el rehén israelí liberado Yarden Bibas en el funeral de su esposa de origen argentino, Shiri Bibas y sus dos hijos, los pequeños Ariel y Kfir, asesinados en cautiverio en Gaza, convirtiéndose en símbolo de la tragedia de los rehenes.
Roto de dolor, Yarden Bibas recordó características de sus dos pequeños pelirrojos, Kfir y Ariel, que tenían respectivamente ocho meses y cuatro años de edad, que junto a Shiri, le dieron una “familia perfecta”.
“Shiri, siento no haber podido protegerlos a todos”, lanzó Yarden Bibas en su panegírico en el funeral que se celebró en un cementerio cercano al kibutz Nir Oz, de donde los cuatro fueron secuestrados por militantes palestinos durante el ataque del 7 de octubre de 2023.

En una emotiva ceremonia celebrada a pocos kilómetros de la Franja de Gaza, Yarden ofreció un desgarrador adiós a su esposa y sus dos pequeños hijos, Ariel y Kfir, quienes fueron secuestrados por terroristas de Hamas del Kibbutz Nir Oz el 7 de octubre de 2023 y posteriormente asesinados durante su cautiverio.
Yarden Bibas pidió que el mundo sepa como murieron sus hijos.
— Argentinos x Israel (@ArgxIsrael) February 21, 2025
Kfir y Ariel fueron estrangulados y sus cuerpos fueron mutilados con piedras para simular que murieron en un bombardeo por parte de Israel.
CON SUS PROPIAS MANOS A UNOS NIÑOS. Exigimos justicia. pic.twitter.com/QfIBdnfPsP
Con la voz entrecortada por el dolor y acompañado por su hermana Ofri, Bibas comenzó su emotivo discurso dirigiéndose a su esposa, recordando sus primeros encuentros: “Shiri, te amo y siempre te amaré. Eres todo para mí. Eres la mejor esposa y madre que podría haber”, expresó Bibas ante cientos de asistentes que se congregaron para acompañar a la familia. “Shiri, eres mi mejor amiga”.
“País roto”
Cuando el cortejo de vehículos negros se adentró en la ciudad, la multitud entonó a media voz el himno nacional israelí, observó un periodista de AFP.
“Es uno de los momentos más duros desde el 7 de octubre”, declaró al borde de las lágrimas un comentarista de la televisión israelí 12, que transmitió la procesión en vivo.
“Cuando pienso en el 7 de octubre”, dijo a AFP Aviv Nahman, vecino de Rishon LeZion, “me acuerdo en primer lugar de esa familia”.
“Si me paro a pensarlo más de una fracción de segundo, me siento muy mal, muy mal”, admitió a AFP Simi Polonasky, de 38 años, quien viajó desde Miami para apoyar a las familias de los rehenes.
“Esta no es una situación normal (…) te sientes tan roto que es casi difícil continuar”, declaró la mujer en Rishon LeZion, rompiendo a llorar.
Decenas de personas encendieron velas junto a la carretera. “Estamos aquí para abrazar a la gente, para fortalecernos y dar toda la fuerza que podemos”, expresó Mottel Gestetner, de 41 años, venido de Australia.
“Hoy veo desde la ventana (del auto) a un país roto. No podremos recuperarnos o sanar hasta que el último rehén esté en casa. Gracias a todos”, declaró la hermana de Yarden, Ofri Bibas, en su cuenta de Facebook.