El ejército israelí informó esta mañana que había interceptado un misil que Hezbollah disparó contra Tel Aviv desde Líbano, en uno de los ataques de mayor alcance del grupo terrorista contra territorio israelí en décadas de conflicto. El misil, que hizo sonar las alarmas a la madrugada en Tel Aviv y en la localidad costera de Netanya, fue derribado por la defensa antiaérea israelí de la Cúpula de Hierro, según informó el ejército, que agregó que no hubo heridos ni víctimas.
El grupo terrorista libanés respaldado por Irán dijo en un comunicado que había lanzado un misil balístico contra la sede del Mossad, el servicio de inteligencia de Israel, en los suburbios de Tel Aviv. El grupo afirmó que el ataque era una represalia por el asesinato de sus comandantes y por la explosión de miles de beepers y walkie-talkies que incapacitó a muchos de sus miembros.
Un portavoz del ejército israelí, el teniente Nadav Shoshani, dijo que era la primera vez que el grupo apuntaba a Tel Aviv, el corazón social y económico de Israel. Shoshani agregó en una conferencia de prensa que el misil se había dirigido hacia zonas civiles en lugar de la sede del Mossad. “Están tratando de disparar más y más lejos”, sostuvo.
A los ataques de la semana pasada contra dirigentes de Hezbollah siguió un aluvión de ataques aéreos israelíes contra el grupo en el Líbano desde el lunes, que ha causado la muerte de más de 500 personas, según las autoridades libanesas. Los ataques han acercado a ambas partes a una guerra total más que en ningún otro momento desde el comienzo de la guerra en Gaza el pasado octubre.
Después de que la brutal invasión de Hamas desencadenara en octubre la guerra en Gaza, Hezbollah comenzó a atacar en forma diaria a Israel en solidaridad con sus aliados palestinos. En el año transcurrido desde entonces, Israel y Hezbollah han intercambiado ataques, forzando la evacuación de más de 160.000 personas de sus hogares a ambos lados de la frontera.
A pesar de los frentes abiertos en el norte y en el sur, Tel Aviv, en el centro de Israel, ha estado en gran medida a resguardo del conflicto. Hasta el sábado, las familias acudían en masa a las playas y los comercios estaban repletos, tanto de locales como de turistas.
Desde el domingo hasta hoy, Hezbollah ha lanzado más de 500 misiles, cohetes y aviones teledirigidos contra Israel, la mayoría de los cuales fueron interceptados. El grupo terrorista no ha parecido inmutarse por la cadena de ataques de Israel de la semana pasada, a pesar de que tanto las explosiones de los beepers como el ataque que eliminó a muchos de sus comandantes han sido duros golpes.
Este miércoles, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Khamenei, reconoció que la eliminación de los comandantes de Hezbollah es una “pérdida importante“, aunque sostuvo que no mermarán los esfuerzos del grupo terrorista contra Israel. “Algunas de las fuerzas más eficaces y valiosas fueron martirizadas, lo que sin duda causó daños a Hezbollah, pero no fue el tipo de daño que podría poner de rodillas al grupo. La fuerza organizativa y humana de Hezbollah es mucho mayor que eso“, aseguró Khamenei.
Hezbollah, que muchos analistas consideran el más poderoso de los grupos proxy iraníes y la mayor amenaza militar para Israel, lleva años aumentando su capacidad militar desde su guerra con Israel en 2006. Se calcula que el grupo poseía entre 120.000 y 200.000 cohetes y misiles antes de los ataques israelíes de esta semana.
La ofensiva israelí continuó el miércoles, y el ejército declaró haber atacado unos 280 objetivos terroristas a media tarde. Al menos 51 personas murieron y 223 resultaron heridas en los ataques aéreos desde esta mañana, según declaró Firass Abiad, ministro de Salud libanés, en una conferencia de prensa.
Hezbollah continuó disparando decenas de cohetes contra el norte de Israel, aunque la defensa antimisiles israelí interceptó muchos de ellos. Un misil alcanzó una vivienda particular en el kibutz Sa’ar, a las afueras de la ciudad de Nahariya, cuya metralla hirió a dos hombres, uno de ellos de gravedad, según informaron los equipos de rescate.
Uno de los grandes interrogantes tras una semana de ataques israelíes es hasta qué punto Hezbollah ha visto afectada su capacidad operativa por dichos ataques, qué parte de su extenso arsenal de misiles ha sido destruida y de qué capacidad dispone aún para organizar ataques de envergadura contra Israel. No queda claro si el intento de ataque a Tel Aviv era una advertencia desafiante a Israel de que podría lanzar un ataque mayor, o una señal de los límites de sus capacidades.
Los ataques de Israel han sembrado el pánico y la desesperación en el Líbano y han provocado el desplazamiento de unas 500.000 personas, según el Ministerio de Asuntos Exteriores libanés. Los civiles han colapsado las principales rutas que conducen a Beirut, mientras que algunos de la capital han buscado seguridad en las montañas y más al norte. La agencia de la ONU para los refugiados declaró que miles de personas habían huido del Líbano a Siria en los últimos días, invirtiendo así el flujo de refugiados en la dirección opuesta que se venía produciendo desde hace una década.
El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas israelíes, Herzi Halevi, se dirigió esta mañana a los soldados del norte de Israel para decirles que el objetivo de los ataques aéreos era, en parte, “preparar el terreno para la posibilidad de incursión terrestre” en territorio libanés. “Eso permitirá que los residentes del norte regresen sanos y salvos”, indicó.