En respuesta a las crecientes demandas internacionales, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, anunció la apertura de un nuevo cruce en el norte de Gaza para facilitar la entrada de ayuda humanitaria, especialmente desde Jordania.
En una conferencia de prensa en Tel Aviv dirigida a medios internacionales, Gallant prometió aumentar significativamente el flujo de suministros y reabrir el puerto de Ashdod para las entregas.
Esta medida pretende alcanzar una cifra de 500 camiones diarios con suministros, volumen que se mantenía antes del conflicto, según cifras de la ONU.
Por otro lado, se reportó que el cruce de Erez permanecerá cerrado, optando por este nuevo punto de entrada como alternativa. Esta decisión llega en un momento crítico, dado que al menos 300.000 personas enfrentan riesgo de hambruna en el norte de Gaza, agravado por la restricción en los pasos fronterizos y la devastación de infraestructura esencial.
La tragedia se intensificó tras un ataque israelí a un convoy de la ONG World Central Kitchen (WCK), lo que resultó en la pérdida de vidas de trabajadores humanitarios, hecho que Gallant calificó de “grave error”.
La problemática de la entrega de ayuda en Gaza se ve complicada por el mantenimiento abierto de solo dos de los siete pasos fronterizos, limitando el acceso especialmente a la zona norte. A pesar de que más de 21.638 camiones han ingresado a Gaza y se han lanzado más de 3.608 paquetes aéreos desde octubre, estas medidas son consideradas insuficientes por la comunidad internacional y organismos humanitarios.
Gallant, además, mencionó una próxima acción militar en Rafah, al sur de Gaza, con el objetivo claro de erradicar a Hamas. Sin embargo, aseguró que se dará tiempo a los civiles para evacuar la ciudad hacia zonas más seguras, en un intento por minimizar el impacto humanitario de la operación.