Las Fuerzas Armadas israelíes junto con el servicio de inteligencia Shin Bet han neutralizado un intento de contrabando de armas sofisticadas atribuido a la Guardia Revolucionaria iraní, destinado a Cisjordania.
Este operativo reveló un lote de armamento que incluía cohetes, explosivos, minas, lanzagranadas, 50 pistolas y 33 fusiles M4, además de granadas de mano y proyectiles anticarro. Este hallazgo tuvo lugar el 26 de marzo de 2024, marcando un precedente significativo sobre las actividades iraníes en la región.
El descubrimiento de estas armas avanzadas es parte de una operación más amplia que involucra la detención de varios palestinos vinculados a intenciones de ataques contra Israel.
Dentro de los detenidos se encuentra Munir Makdad, residente en Ein al Hilwe, Líbano, identificado como colaborador de Hezbollah y de la Guardia Revolucionaria.
Israel acusa a estos individuos de intentar organizar atentados terroristas, la comercialización de armamento iraní y la obtención de financiación para dichas actividades.
También se menciona a Yavad Yafari, de la sección de operaciones especiales de la Guardia Revolucionaria, implicado en el direccionamiento de este complot.
La situación se complica con milicias armadas en Cisjordania, mencionadas como cada vez más activas contra las fuerzas y colonos israelíes, con Israel apuntando hacia Irán, a través de Hamas y la Yihad Islámica, como el proveedor de armas y fondos.
Este evento se inscribe en un contexto de conflicto en Gaza, exacerbado por ataques de Hamas en octubre pasado que cuenta con apoyo de Irán y Hezbollah en Líbano.
En respuesta, el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Israel Katz, ha denunciado un incremento del apoyo iraní a través de Siria, señalando a Irán como violador de varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y haciendo mención explícita a componentes de sistemas de defensa antiaérea y drones, enviados por Teherán a Hezbollah.