La Corte Penal Internacional (CPI) emitió este jueves órdenes de detención contra el primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu y el exministro de Defensa Yoav Gallant por la guerra de Gaza, un paso sin precedentes que pone a ambos en riesgo de ser detenidos en gran parte del mundo. Se trata de la primera vez en la historia que la Corte dicta órdenes de detención contra dirigentes de un país democrático.
Los tres magistrados de la Sala de Cuestiones Preliminares de la CPI emitieron las órdenes de detención por unanimidad por los cargos de crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra que, según el fiscal Karim Khan, se cometieron durante la guerra contra el grupo terrorista Hamas en Gaza. Tanto Netanyahu como Gallant podrán ser detenidos si viajan a cualquiera de los más de 120 países que forman parte de la Corte.
El tribunal emitió también una orden de detención contra el jefe militar de Hamas, Mohammed Deif, que según Israel murió en un ataque del ejército en Gaza en julio pasado. Khan había solicitado órdenes de detención contra Deif y contra los líderes de Hamas Ismail Haniyeh y Yahya Sinwar, asesinados en los últimos meses, por la matanza del grupo terrorista del 7 de octubre de 2023, que desencadenó la actual guerra en la Franja.
Israel y Estados Unidos no forman parte de la Corte, y la orden no tiene un mecanismo de ejecución, sino que la CPI depende de la cooperación de sus Estados miembros, quienes están obligados a ejecutar las órdenes de detención de la Corte. Sin embargo, no siempre se han respetado los fallos en el pasado, y la CPI dijo que no era necesario que Israel aceptara la jurisdicción del tribunal.
No obstante, varios países europeos, entre ellos Francia y Holanda, afirmaron que respetarían esas órdenes, por lo que tanto Netanyahu como Gallant podrían ser detenidos si visitasen esos países. Por su parte, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, afirmó que la decisión “tiene que respetarse y aplicarse para todos los Estados parte del tribunal”, incluidos todos los miembros de la UE.
Khan solicitó las órdenes de detención acusando a Israel de haber atacado a civiles en Gaza y de haber utilizado el hambre como método de guerra. “La Sala consideró que hay motivos razonables para creer que ambas personas privaron intencionadamente y a sabiendas a la población civil de Gaza de objetos indispensables para su supervivencia, como alimentos, agua, medicamentos y suministros médicos, así como combustible y electricidad”, escribió el panel de tres jueces en su decisión unánime de dictar órdenes de detención contra Netanyahu y Gallant.
Israel rechazó enérgicamente las acusaciones, señalando la proporción relativamente baja de civiles por combatiente entre las víctimas en Gaza y el uso de civiles como escudos humanos por parte del grupo terrorista, al tiempo que destacó sus propios esfuerzos por ampliar la ayuda humanitaria en el enclave a pesar de los saqueos regulares por parte de bandas armadas y grupos terroristas.
Tras conocerse el fallo, la Oficina del Primer Ministro de Israel declaró en un comunicado que la medida es antisemita y que “equivale a un juicio Dreyfus moderno”. El mensaje agregó que la decisión, que “rechaza con disgusto“, no disuadirá a Israel de proteger a sus ciudadanos.
Según Netanyahu, las acusaciones son “falsas y absurdas” y tienen que ver con los esfuerzos del fiscal Khan para “salvarse de las graves acusaciones en su contra por acoso sexual”. A su vez, tildó a los jueces de antisemitas y de basar sus fundamentos en su “odio a Israel”.
A principios de este mes, la CPI anunció que iniciaría una investigación externa sobre las acusaciones de conducta sexual inapropiada contra Khan, quien ha negado categóricamente las acusaciones de que trató de coaccionar a una ayudante para que mantuviera una relación sexual con él.
El Presidente en ejercicio de los Estados Unidos, Joe Biden, también ha criticado al fiscal de la CPI por solicitar las órdenes y ha expresado su apoyo al derecho de Israel a defenderse de Hamas. Esta semana, el nuevo líder de la mayoría en el Senado, John Thune, había amenazado con impulsar sanciones contra el tribunal si emitía las órdenes.
Por su parte, la Argentina rechazó las órdenes de arresto contra el Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el exministro de Defensa, Yoav Gallant, emitidas recientemente por la Corte Penal Internacional (CPI). A través de un mensaje publicado por el presidente Javier Milei, el Gobierno manifestó su profundo desacuerdo con la resolución y planteó que la misma “ignora el legítimo derecho de Israel a defenderse frente a ataques constantes por parte de organizaciones terroristas como Hamas y Hezbollah”.
“Israel enfrenta una agresión brutal, una toma de rehenes inhumana, y el lanzamiento indiscriminado de ataques contra su población. Criminalizar la defensa legítima de una nación mientras se omiten estas atrocidades es un acto que distorsiona el espíritu de la justicia internacional. La Argentina se solidariza con Israel, reafirma su derecho a proteger a su pueblo y exige la liberación inmediata de todos los rehenes”, agregó el comunicado oficial.