Dos días después de ser rescatada de Gaza, Noa Argamani fue dada de alta el martes del Centro Médico Ichilov de Tel Aviv. Había sido sometida a una serie de evaluaciones médicas y psicosociales para determinar su estado tras ocho meses de cautiverio. Por su parte, Almog Meir Jan también fue dado de alta y regresó a casa el lunes por la noche.
Con las altas de Argamani y Jan, todos los rehenes rescatados en la operación de las Fuerzas de Defensa de Israel el pasado sábado han regresado a sus hogares.
Jan, de 21 años, proveniente de Or Yehuda, fue secuestrado en la fiesta Nova de Re’im. Era un soldado recién licenciado que debía empezar a trabajar en una importante empresa de telecomunicaciones al día siguiente de la fiesta. Esa mañana, consiguió llamar a su madre, Orit, y le dijo que la fiesta se había suspendido debido a los cohetes y disparos a su alrededor. Le dijo que la quería, y entonces se perdió la conexión.
Junto con Argamani, Shlomi Ziv y Andrey Kozlov, Jan fue rescatado de la casa donde estaban retenidos en el campo de refugiados de Nuseirat en una audaz operación del Yamam, las FDI y el Shin Bet. Semanas de recopilación de información, preparativos y planificación precedieron a la operación, que inusualmente tuvo lugar a plena luz del día. El soldado israelí Arnon Zmora, combatiente del Yamam, fue asesinado en la operación.
A la vuelta de Jan a casa, su madre Orit hizo una declaración a los medios de comunicación sobre su estado mental: “Almog estuvo ocho meses en cautiverio. Es mucho tiempo. Experimentó varias cosas, pero lo que puedo decir es que su conexión con los otros rehenes ayudó enormemente a fortalecer su espíritu, esperanza y fe”. También dijo que el vínculo que formaron entre los cuatro les permitió mantener las esperanzas hasta el momento de su rescate. “Siempre sintieron que llegaría el día en que volverían a casa. Almog es fuerte; le queda mucho camino por recorrer, no es sencillo”, sostuvo.