El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu se reunirá esta tarde en la Casa Blanca con el presidente Joe Biden por primera vez en meses, mientras crece la incertidumbre por el acuerdo de cese del fuego entre Israel y Hamas que el líder demócrata propuso para poner fin a la guerra en Gaza. Los mandatarios se reunirán con familiares de secuestrados estadounidenses en manos del grupo terrorista, y luego el premier israelí se reunirá con la vicepresidenta Kamala Harris, quien fue propuesta por el Partido Demócrata para competir en lugar de Biden en las elecciones de noviembre.
La visita de Netanyahu, su primera al aliado internacional más importante de Israel desde que regresó para un sexto mandato récord como primer ministro a finales de 2022, se produce tras la drástica decisión de Biden de no presentarse a la reelección. Los dos líderes han mantenido una relación tensa durante los últimos meses producto de las diferencias por la ofensiva israelí en Gaza y por la crisis humanitaria del enclave palestino. Estados Unidos es el mayor aliado y uno de los principales proveedores de armas de Israel y ha defendido al Estado judío de las votaciones adversas de las Naciones Unidas a lo largo de la guerra.
Tras la reunión que mantendrán con familiares de los secuestrados, Harris recibirá a Netanyahu en su despacho de la Casa Blanca. La reunión dará indicios de cómo Harris, que fue la primera alta funcionaria estadounidense en pedir un alto el fuego, podría cambiar la política de Estados Unidos hacia Israel si llega a la presidencia.
Según un funcionario estadounidense citado por Reuters, se espera que Harris siga la línea de la administración Biden en la reunión, centrándose en la difícil situación de los palestinos y apoyando al mismo tiempo el derecho de Israel a la autodefensa.
Tanto Biden como Harris esperan con ansiedad un cese del fuego auspiciado por la política estadounidense de cara a los comicios de fin de año. El Gobierno estadounidense ha auspiciado las negociaciones en su rol de mediador en repetidas ocasiones, pero ha fracasado en sus reiterados intentos de poner un fin a la guerra en la Franja de Gaza.
La Casa Blanca está vallada en medio de un fuerte operativo de seguridad para contener a los manifestantes que reclaman contra la presencia del premier israelí, luego de que una protesta terminara con detenciones y escenas de violencia al momento del discurso que Netanyahu pronunció ayer ante el Congreso estadounidense.
Mañana, Netanyahu viajará a la Florida para reunirse con su aliado y amigo Donald Trump en su casa de Mar-a-Lago. Netanyahu, a pesar de su reconocida amistad con el líder republicano, ha intentado mantener la neutralidad para no interferir en la política norteamericana, y busca obtener el respaldo de ambos partidos para asegurar la continuidad de la alianza entre Estados Unidos e Israel independientemente de quien llegue al poder a fin de año.