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Se reportaron explosiones en una base aérea iraní al sur de Teherán

En las primeras horas del viernes, cerca de la ciudad iraní de Isfahan, se reportaron explosiones que, según fuentes israelíes y estadounidenses no identificadas, fueron el resultado de un ataque con drones.

A pesar de la anticipación de una respuesta israelí tras el ataque iraní, que involucró más de 300 misiles balísticos, crucero y drones, no hubo confirmación oficial del ataque por parte de las autoridades israelíes. Los medios estatales en Irán minimizaron el incidente, activando las defensas aéreas pero sin reportar daños específicos en el sitio militar de la ciudad, ubicada a unos 315 kilómetros al sur de Teherán.

Según declaraciones a la CNN y Fox News por parte de funcionarios que prefirieron mantenerse en el anonimato, el ataque fue descrito como “limitado”.

Desde Irán, las autoridades intentaron proyectar una imagen de normalidad y control, afirmando que los drones fueron destruidos por las defensas aéreas y negando la presencia de explosiones en tierra en Isfahan.

La cadena estatal iraní informó que las actividades en Isfahan no se vieron alteradas significativamente, incluso se mencionó que el espacio aéreo iraní, inicialmente cerrado, fue reabierto posteriormente. El comandante del ejército en la zona, el General Siavosh Mihandoost, comentó que el incidente no causó “ningún daño” alrededor de Isfahan, intentando minimizar la situación.

Un analista iraní sugirió en televisión estatal que los drones interceptados habían sido operados por “infiltrados dentro de Irán”, implicando una operación interna en vez de un ataque externo.

Israel, por otro lado, no emitió instrucciones especiales para que sus ciudadanos permanecieran cerca de refugios antibombas, lo que indica que no esperaban una respuesta inmediata de Irán. Además del ataque en Isfahan, Israel también fue acusado de realizar un ataque contra una instalación de radar militar en Siria, lo que sugiere una extensión de sus acciones militares en la región.

Isfahan es un sitio clave dentro del programa nuclear iraní, albergando instalaciones como el sitio de enriquecimiento subterráneo en Natanz, el cual ha sido objetivo de presuntos ataques de sabotaje israelíes en el pasado.

La base aérea en Isfahan es el hogar de la flota iraní de F-14 Tomcats, adquiridos antes de la Revolución Islámica de 1979.

Pese a las tensiones y a los ataques, tanto Israel como Irán parecen estar buscando maneras de evitar una escalada hacia un conflicto abierto, probablemente en respuesta a la presión internacional por mostrar contención.