El equipo negociador de Israel, encabezado por el jefe del Mossad David Barnea, llegó ayer a El Cairo para retomar las conversaciones mediadas por Egipto, Estados Unidos y Qatar para lograr un acuerdo con Hamas que permita la devolución de los secuestrados, aunque las posibilidades de que haya avances parecen cada vez más remotas.
El equipo encabezado por Barnea incluye al general Eliezer Toledano, jefe de la Dirección de Estrategia del Estado Mayor de las FDI. El jefe de la CIA, William Burns, máximo negociador norteamericano en el tema de los rehenes, dirige el equipo estadounidense, según informó la CNN.
A pesar de que persisten los intentos por acercar las posiciones, el punto más conflictivo de la negociación permanece sin resolverse: la presencia de tropas israelíes en el Corredor Philadelphi, la frontera entre Gaza y Egipto, por donde Israel sostiene que Hamas ingresa de contrabando armamento al enclave palestino. Jerusalén pretende también mantener el control del corredor Netzarim, una ruta que divide en norte y sur a la Franja de Gaza y se extiende desde el territorio israelí hasta el mar Mediterráneo.
Netanyahu insiste en que de ninguna manera dejará que los terroristas recuperen el control de la frontera ya que permitiría al grupo rearmarse y seguir atacando a Israel. Tampoco cederá el control del corredor Netzarim, ya que impide que los terroristas vuelvan a instalarse en zonas donde ya trabajaron las tropas. Al mismo tiempo, Hamas mantiene su exigencia inicial de que la retirada de las tropas israelíes sea total para poner un fin definitivo a la guerra en la Franja.
Otro punto de fricción de las negociaciones de El Cairo es la cantidad de prisioneros palestinos condenados por terrorismo que Israel liberaría a cambio de los secuestrados. También queda acordar cuánto tiempo durará cada una de las etapas estipuladas en la “propuesta puente” presentada por el Gobierno estadounidense.
Hamas considera que Israel ha cambiado sus condiciones y parámetros a último momento y teme que cualquier concesión lleve a más exigencias, según declaró a Reuters una fuente cercana a las conversaciones. Los terroristas creen que Estados Unidos está siendo laxo con Israel al permitirle añadir condiciones que no estaban en el acuerdo original.
Netanyahu envió a los negociadores israelíes a El Cairo mapas actualizados que muestran un despliegue reducido de las tropas israelés a lo largo del corredor Philadelphi, según el Canal 12. La cuestión ahora es ver si esta última postura de Netanyahu es suficiente para que Egipto presione a Hamas para aceptar el acuerdo.
De acuerdo a lo revelado por el Canal 12 de Israel, si existe la posibilidad de algún tipo de avance, podría celebrarse una reunión de seguimiento el domingo. Hamas estaría dispuesto a considerar un acuerdo que involucre el despliegue de fuerzas internacionales tanto en Philadelphi como en Netzarim, y Egipto estaría dispuesto a adoptar más medidas de seguridad para impedir el contrabando.
Según el periódico qatarí Al-Araby Al-Jadeed, la delegación israelí acudió a El Cairo con una nueva propuesta que supondría el despliegue permanente de una misión de vigilancia de las Naciones Unidas en varios puntos fijos de la frontera entre Gaza y Egipto, con presencia de una misión de la Unión Europea. Desde la oficina de Netanyahu negaron esta versión y reiteraron que el objetivo del primer ministro es mantener presencia israelí allí.