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Un ataque de Hezbollah asesinó a 12 niños que jugaban en una canchita de fútbol al norte de Israel

Una andanada de cohetes lanzada por el grupo terrorista Hezbollah desde el sur del Líbano impactó en la localidad de Majdal Shams, situada en los Altos del Golán. El ataque ocurrió en la tarde del sábado 27 de julio, cuando aproximadamente 30 proyectiles fueron disparados hacia la ciudad. Uno de estos cohetes impactó en una canchita de fútbol donde un grupo de niños y adolescentes estaba jugando, y asesinó a 12 niños.

Este ataque ha sido calificado como el más mortífero contra civiles israelíes desde el 7 de octubre. Las alarmas de defensa antiaérea se activaron, pero el corto tiempo de alerta no fue suficiente para permitir que los niños buscaran refugio.

Reacciones y respuestas

El impacto de este ataque ha generado una ola de reacciones tanto a nivel local como internacional. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, expresó su firme condena y prometió que Hezbollah pagará un alto precio por este acto de violencia. Netanyahu, que se encontraba en Estados Unidos en el momento del ataque, adelantó su regreso para gestionar la crisis y convocar una reunión de seguridad de emergencia.

El portavoz militar Daniel Hagari describió el ataque como un acto de terrorismo deliberado contra civiles inocentes. Desde el Ministerio de Defensa, Yoav Gallant aseguró a la comunidad drusa de Israel que el país tomará medidas para evitar futuros ataques y garantizar la seguridad de sus ciudadanos.

Impacto en la comunidad local

Funeral tras el ataque de Hezbollah
Funeral tras el ataque de Hezbollah

La comunidad de Majdal Shams, predominantemente drusa, ha sido profundamente afectada por esta tragedia. La pérdida de doce niños ha generado un dolor indescriptible entre los habitantes. Durante los funerales, las calles de la ciudad se llenaron de miles de personas que acudieron a rendir homenaje a las jóvenes víctimas. Jóvenes del lugar portaron coronas de flores y fotografías de sus amigos y familiares mientras los pequeños ataúdes blancos eran llevados por las calles.

El dolor y la desesperación entre los familiares y amigos de las víctimas fueron evidentes, con muchos de ellos requiriendo atención médica por la conmoción. Ambulancias y personal de emergencias estuvieron presentes para asistir a los afectados emocionalmente por la pérdida.

La comunidad internacional también ha mostrado su solidaridad con Israel. Estados Unidos, a través de un funcionario de la Administración de Joe Biden, condenó el ataque y reafirmó su apoyo inquebrantable a la seguridad de Israel. De manera similar, Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, pidió una investigación independiente y exhortó a todas las partes a evitar una escalada del conflicto.

Paraguay y Argentina también expresaron su repudio al ataque y su solidaridad con el pueblo israelí, reiterando el derecho de Israel a defenderse de actos de terrorismo.

Cuatro niños permanecen en grave estado

Tras el devastador ataque en Majdal Shams, los servicios de emergencia israelíes se movilizaron rápidamente para asistir a las víctimas. Los niños heridos fueron trasladados a varios hospitales en la región, incluyendo el Hospital Rambam en Haifa. Según los informes, cinco niños fueron ingresados en este centro médico, de los cuales cuatro tuvieron que someterse a cirugías durante la noche debido a la gravedad de sus heridas. Actualmente, estos cuatro niños se encuentran en la unidad de cuidados intensivos, mientras que el quinto está en el departamento de cirugía pediátrica.

El ataque en Majdal Shams se enmarca en un conflicto más amplio y prolongado entre Hezbollah e Israel. Hezbollah, una organización terrorista chií respaldada por Irán, ha sido un actor principal en la región, especialmente en el sur del Líbano. El grupo ha estado involucrado en múltiples enfrentamientos con Israel desde su fundación en los años 80, con el conflicto alcanzando picos de violencia en varias ocasiones, como la guerra de 2006.

En las semanas previas al ataque, la tensión en la frontera norte de Israel había ido en aumento. Las fuerzas israelíes habían advertido sobre una posible escalada debido a las constantes provocaciones y ataques esporádicos de Hezbollah. El ejército israelí ha mantenido una presencia robusta en la región, con tropas preparadas para una “ofensiva decisiva” en caso de que la situación se deteriorase aún más.

El contexto de este conflicto no se limita a los enfrentamientos directos. La guerra de palabras y las amenazas mutuas entre los líderes de ambas partes han sido constantes. Israel ha acusado repetidamente a Hezbollah de utilizar armamento avanzado fabricado en Irán, y de estar dispuesto a sacrificar vidas civiles en su lucha contra el Estado judío. Por su parte, Hezbollah ha justificado sus acciones como una resistencia contra la ocupación y las agresiones israelíes.

La situación en los Altos del Golán y a lo largo de la frontera con Líbano permanece tensa, con ambos lados preparados para una posible intensificación del conflicto. La seguridad de los civiles y la estabilidad de la región dependen de las decisiones que tomen los líderes políticos y militares en los próximos días.