En un contexto de intensificación de las negociaciones para alcanzar un acuerdo que ponga fin a casi siete meses de conflicto en Gaza y logre la liberación de los 133 rehenes, el presidente estadounidense Joe Biden mantuvo una conversación de casi una hora el domingo por la noche con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Durante la llamada, Biden expresó su posición contraria a la invasión planeada por Israel en la ciudad de Rafah, al sur de Gaza, donde más de un millón de palestinos buscan refugio. Esta postura de Estados Unidos refleja la preocupación global por la situación humanitaria en la zona y crea tensiones entre los aliados históricos.
Además, Biden enfatizó la necesidad de que la entrega de ayuda humanitaria a Gaza sea “sostenida y mejorada”, marcando claramente la oposición de Estados Unidos a una escalada militar en el conflicto.
La presión internacional sobre Israel y Hamas para que lleguen a un acuerdo se ha intensificado, buscando la liberación de algunos rehenes israelíes y el establecimiento de un alto al fuego. En este contexto, se espera que una delegación israelí visite Egipto en los próximos días para discutir las últimas propuestas de negociación.
Paralelamente, Basem Naim, un alto funcionario de Hamas, anunció que una delegación del grupo militante también se dirigirá a El Cairo. Estos movimientos diplomáticos se producen después de que Qatar, que ha jugado un papel clave como intermediario y alberga la sede de Hamas en Doha, expresara su frustración y anunciara que está reevaluando su papel en las negociaciones.
Las negociaciones anteriores se centraron en una propuesta de cese al fuego de seis semanas y la liberación de 40 rehenes civiles y enfermos a cambio de la liberación de cientos de prisioneros palestinos en cárceles israelíes. Recientemente, Hamas ha publicado nuevos videos de tres rehenes, en un aparente intento de presionar a Israel para que haga concesiones.