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El ejército israelí despidió a dos altos mandos por el ataque a un convoy de World Central Kitchen en Gaza

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) hicieron públicos los resultados de la investigación del episodio que causó la muerte de 7 trabajadores humanitarios de World Central Kitchen. Según determinó la investigación militar, el ataque al convoy se llevó a cabo violando gravemente las normas del ejército ya que los oficiales creían, sin la confirmación requerida, que un terrorista de Hamas viajaba en el vehículo atacado.

La investigación del incidente ocurrido el lunes pasado fue llevada a cabo por el Mecanismo de Evaluación de los Hechos del Estado Mayor, un organismo militar independiente encargado de investigar incidentes inusuales en medio de la guerra. Como consecuencia, dos oficiales de alto rango han sido destituidos y varios altos mandos de las FDI han sido censurados formalmente por su implicación en un ataque.  

La investigación determinó que el ataque se ordenó contra la camioneta de la organización benéfica después de que los oficiales sospecharan que transportaban a un hombre armado de Hamas, a pesar del bajo nivel de confianza, y en contra de las normas del ejército. Según la investigación, los oficiales no identificaron los vehículos como pertenecientes al WCK cuando se ordenó el ataque.

Las conclusiones fueron presentadas al Jefe del Estado Mayor de las FDI, Herzi Halevi, así como a representantes de World Central Kitchen y a los embajadores de los países cuyos ciudadanos murieron en el ataque.

Halevi ordenó la destitución del coronel Nochi Mendel -jefe de Estado Mayor de la Brigada de Infantería Nahal – y del oficial de coordinación de la potencia de fuego de la brigada, que ostenta el rango de mayor, por su responsabilidad en la orden del ataque.

Además, Halevi reprendió al comandante del Mando Sur, el general de división Yaron Finkelman, por su “responsabilidad general en el incidente”, así como al comandante de la División 162, general de brigada Itzik Cohen, y al comandante de la Brigada Nahal, el coronel Yair Zukerman.

Según la investigación, el incidente comenzó en torno a las 22.00 horas del lunes, con la descarga de un barco que transportaba unas 300 toneladas de ayuda de WCK en un embarcadero improvisado en el centro de la Franja de Gaza. Poco después, un convoy de camiones que transportaba la ayuda comenzó a dirigirse hacia un almacén donde se guardarían los suministros.

Según la investigación de las FDI, las tropas identificaron a un hombre armado que se subió al techo de uno de los camiones y abrió fuego. Según se podía ver en un vídeo mostrado por las FDI a periodistas extranjeros, en la parte superior de uno de los camiones iba un terrorista disparando con un rifle automático.

En ese momento, el comandante de la división de las FDI en la zona intentó ponerse en contacto con la WCK, pero el responsable de seguridad de la organización benéfica no pudo ponerse en contacto con el equipo sobre el terreno. Después de que los camiones de ayuda y las camionetas que los escoltaban llegaran al “Hangar A”, un avión no tripulado de las Fuerzas Aéreas israelíes avistó entre 15 y 20 individuos fuera del almacén, y al menos dos de ellos fueron identificados como armados, según la investigación.

Uno de los oficiales de las FDI llegó a la conclusión de que se trataba de operativos de Hamas, pero el comandante de la división le ordenó que no los atacara debido a su proximidad al convoy de ayuda. Cuando las camionetas se alejaron del almacén, habiendo ya descargado la ayuda humanitaria, uno de los comandantes creyó erróneamente que un terrorista de Hamas iba en uno de los vehículos, por lo que se ordenó el ataque. Según reveló la investigación y las imágenes recopiladas por el ejército, el comandante confundió una bolsa con un arma, y a las 11:09 de la noche se llevó a cabo el ataque aéreo al vehículo.

Tras el ataque inicial, se identificó a varias personas que salían corriendo del vehículo atacado y se introducían en otro. A continuación, los militares llevaron a cabo otros ataques aéreos en rápida sucesión contra las otras dos camionetas de escolta del WCK, a pesar de que no había información que indicara que hubiera hombres armados en ellas, lo que constituyó una violación de los procedimientos. “A pesar de que no había información sobre hombres armados en el segundo y tercer vehículo, también fueron atacados, con pocos minutos de diferencia, sin ninguna razón real”, declaró la investigación.

Como conclusión, el ejército determinó que “el ataque contra los tres vehículos se llevó a cabo violando gravemente las órdenes e instrucciones pertinentes”. Las FDI dijeron que las conclusiones de la investigación muestran que el incidente “podría haberse evitado y, al mismo tiempo, quienes aprobaron el ataque estaban convencidos de que estaban atacando a operativos armados de Hamas y no a miembros del WCK”.

“El ataque contra los vehículos de ayuda es un grave error, que se derivó de un fallo grave, como resultado de una identificación errónea, un error en la toma de decisiones, y un ataque contrario a las órdenes y normas de fuego abierto”, señaló la investigación. “Expresamos nuestro profundo pesar por la pérdida, y compartimos el dolor de las familias y la organización WCK”, indicó el ejército.

“Las FDI subrayan una vez más su compromiso de luchar sin concesiones contra la organización Hamás, junto con la defensa de los valores, las leyes de la guerra y evitar dañar a inocentes. Se aprenderán las lecciones del incidente y se pondrán en práctica“, añadió el informe.

En un comunicado, World Central Kitchen elogió a Israel por asumir la responsabilidad del ataque y tomar medidas disciplinarias contra los responsables, pero afirmó que las FDI “han desplegado una fuerza letal sin tener en cuenta sus propios protocolos, cadena de mando y normas de enfrentamiento”. A su vez, exigió la creación de una comisión independiente que investigue los asesinatos. “Las FDI no pueden investigar de forma creíble su propio fracaso en Gaza”, señala el comunicado.

En el ataque aéreo murieron tres ciudadanos británicos, un australiano, un polaco, un ciudadano con doble nacionalidad estadounidense y canadiense y un palestino. Algunos habían viajado por todo el mundo, participando en labores de ayuda tras guerras, terremotos e incendios forestales. La WCK identificó a las víctimas como Saifeddin Issam Ayad Abutaha, de 25 años, de los territorios palestinos; Lalzawmi (Zomi) Frankcom, de 43 años, de Australia; Damian Soból, de 35 años, de Polonia; Jacob Flickinger, de 33 años, de Estados Unidos y Canadá; John Chapman, de 57 años, del Reino Unido; James (Jim) Henderson, de 33 años, del Reino Unido; y James Kirby, de 47 años, del Reino Unido.