El enviado especial de los Estados Unidos para Medio Oriente, Amos Hochstein, viajará a Beirut esta semana para mantener conversaciones sobre una tregua entre el grupo terrorista Hezbollah e Israel, según informó el lunes la agencia Reuters, en medio de informaciones según las cuales el Líbano habría respondido positivamente a una propuesta de cese del fuego presentada por Estados Unidos.
La cadena de medios de comunicación libanesa LBC informó el lunes que la embajada estadounidense en Beirut había recibido una respuesta “positiva” a la propuesta de alto el fuego, que Hochstein revisaría antes de su visita a la región. Un borrador filtrado de la propuesta estadounidense, publicado por la emisora pública Kan a principios de este mes, mostraba que el acuerdo de cese del fuego entre Israel y Hezbollah incluiría la plena aplicación de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, la creación de un comité internacional de supervisión y el despliegue de unos 10.000 efectivos de las Fuerzas Armadas libanesas a lo largo de la frontera con Israel.
Al mismo tiempo, el borrador sugería que Israel conservaría el derecho a la autodefensa y se le concedería permiso para actuar contra cualquier violación de los términos del acuerdo, una condición con la que Hezbollah y los funcionarios libaneses en su conjunto se han mostrado en desacuerdo.
El primer ministro provisional de Líbano, Najib Mikati, ha pedido en repetidas ocasiones que se aplique la Resolución 1701 del año 2006, que puso fin a la Segunda Guerra de Líbano y que prohíbe a Hezbollah mantener una presencia al sur del río Litani.
Además de la respuesta presentada por el gobierno libanés, LBC informó que Hezbollah emitió una propia dirigida al presidente del Parlamento, Nabih Berri, quien dirige las negociaciones, en la que esbozaba una postura coherente con los términos de la Resolución 1701. Otras fuentes familiarizadas con las deliberaciones dijeron al medio libanés Al-Hadath que la respuesta de Hezbollah no estaba exenta de salvedades, y que el grupo terrorista aún podría rechazar la propuesta en caso de que no se aplicaran ciertos cambios.
Con este panorama, el objetivo de la visita de Hochstein no será declarar una tregua inmediata, sino más bien limar varios puntos conflictivos de la propuesta. Una de estas cuestiones es el asunto de la junta internacional de supervisión, o Mecanismo Internacional de Supervisión y Ejecución, propuesto para supervisar la aplicación de la Resolución 1701, según informó el lunes el medio de noticias libanés Al Jadeed.
Según el proyecto de acuerdo, el organismo estaría presidido por Estados Unidos e incluiría a Italia, Francia, Alemania, España, Reino Unido, la fuerza internacional de mantenimiento de la paz FPNUL y varios países de la región. La junta se encargaría de hacer frente a amenazas como los envíos de armas a Líbano o la producción de armamento, y en caso de que no abordara estas cuestiones, se concedería a Israel el derecho a atacar dichos objetivos previa consulta con Estados Unidos.
Sin embargo, se espera que Líbano solicite cambios en los países miembros propuestos para la junta y en su modo de funcionamiento. Según el Canal 12 de Israel, el Líbano pretende limitar la pertenencia al IMEM a Estados Unidos y Francia, y se opone a abrirlo a un grupo más amplio de países.
Israel ha llevado a cabo numerosos ataques aéreos en los suburbios del sur de Beirut en los últimos dos meses, dirigidos contra edificios y activos de Hezbollah, principalmente en el bastión del grupo terrorista en Dahiyeh. Desde el 8 de octubre de 2023, las fuerzas dirigidas por Hezbollah han atacado casi a diario comunidades y puestos militares israelíes a lo largo de la frontera, y el grupo afirma que lo hace para apoyar a Gaza en medio de la guerra.
Unos 60.000 residentes fueron evacuados de las ciudades del norte fronterizas con el Líbano poco después del ataque del grupo terrorista Hamas el 7 de octubre de 2023, ante el temor de que Hezbollah llevara a cabo un ataque similar y debido al creciente lanzamiento de cohetes por parte del grupo terrorista.
Los ataques contra el norte de Israel se han saldado con la muerte de 43 civiles. Además, 69 soldados y reservistas de las FDI han muerto en escaramuzas transfronterizas y en la consiguiente operación terrestre lanzada en el sur del Líbano a finales de septiembre.