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El régimen de Irán está fogoneando las protestas pro Hamas para influir en las elecciones de EEUU

El régimen de Irán está fomentando de manera encubierta las protestas pro Hamas en Estados Unidos, según declaró Avril Haines, directora de la oficina de Inteligencia Nacional. De acuerdo con Haines, mediante el uso de redes sociales estadounidenses, grupos ligados a Teherán se han hecho pasar por activistas en línea, alentando manifestaciones y ofreciendo apoyo financiero a grupos de protesta.

“Irán es cada vez más agresivo en sus labores de influencia exterior”, afirmó Haines. La funcionaria indicó que estos esfuerzos buscan avivar la discordia y socavar la confianza en las instituciones democráticas del país. Según Haines, esta es una prueba más de que los adversarios de Estados Unidos están utilizando internet para distorsionar los debates internos y aumentar las divisiones políticas antes de las elecciones de fin de año.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, advirtió sobre la importancia de alertar a los estadounidenses para que puedan protegerse de los intentos de potencias extranjeras de cooptar sus actividades legítimas de protesta. También expresó que la interferencia de Irán en la política estadounidense es inaceptable.

En encuentros con periodistas, funcionarios de inteligencia observaron que adversarios internacionales planean emplear inteligencia artificial avanzada para expandir y profundizar la desinformación electoral. Entre estos adversarios, Rusia y China continúan perfeccionando el uso de bots y cuentas falsas para amplificar debates divisivos en temas como inmigración, tiroteos policiales y cuestiones ambientales.

“En la mayoría de los casos, estas campañas de influencia explotan conflictos sociales existentes”, dijo Haines, al señalar que los participantes en protestas estadounidenses no siempre están conscientes de la intervención extranjera. Las protestas pro Hamas que comenzaron en campus universitarios en todo el país se han convertido en un factor destacado de las campañas políticas actuales.

Según funcionarios de inteligencia de Estados Unidos —pertenecientes a agencias como el FBI y la oficina de la directora de Inteligencia Nacional—, el Kremlin organiza un amplio plan gubernamental para difundir desinformación electoral de cara a las elecciones del 2024. El objetivo es reducir el apoyo internacional a Ucrania explotando controversias sobre inmigración.

Rusia también trata de encubrir sus huellas a través del blanqueo de desinformación en sitios de noticias supuestamente independientes e influencers estadounidenses que pueden no saber que están replicando argumentos rusos. Los funcionarios no quisieron confirmar si Rusia tiene una preferencia específica por algún candidato presidencial, pero sugirieron que la posición del país no ha cambiado desde los ciclos electorales anteriores, cuando se consideró que Rusia intentó favorecer al candidato republicano Donald Trump.

Mientras tanto, China ha adoptado una postura más cautelosa con respecto a la desinformación en las elecciones estadounidenses. Según los funcionarios, China no muestra indicios de querer influir mucho en la contienda presidencial. Parece que el gigante asiático no percibe ventajas significativas en favorecer a uno de los candidatos ya que ambos buscan limitar su poder.

El senador Mark Warner, presidente de la Comisión de Inteligencia del Senado, subrayó que Estados Unidos podría estar más vulnerable a la desinformación extranjera en comparación con anteriores elecciones. Warner agradeció a los servicios de inteligencia por la sesión informativa del martes, destinada a informar al público sobre estas amenazas. “Las redes sociales siguen siendo un vector popular para intentos de influencia encubierta”, afirmó.

El uso de redes sociales por parte de actores extranjeros continúa siendo una estrategia clave para avivar tensiones sociales, raciales y políticas dentro de Estados Unidos. Las alertas sobre estos intentos de influencia subrayan la necesidad de vigilancia y preparación ante la amenaza de desinformación en un contexto electoral cada vez más complejo.