El 24 de junio de 2024, un grupo de aproximadamente 100 israelíes presentó una demanda en el tribunal federal de Nueva York contra la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA). Los demandantes, que incluyen a sobrevivientes de ataques de Hamas y familiares de víctimas, alegan que la agencia ayudó indirectamente a financiar las operaciones militares de Hamas.
La demanda difundida por The New York Yimes sostiene que la UNRWA, a través de su sistema de pagos, permitió que más de 1.000 millones de dólares fueran desviados para financiar túneles y armas utilizados por Hamas en sus ataques contra Israel.
Según la demanda, “el dinero fue transferido desde Nueva York a Gaza a través de instituciones financieras que operan en Cisjordania”.
La demanda acusa a siete actuales y antiguos altos funcionarios de UNRWA de estar al tanto de que Hamas estaba desviando fondos de la agencia. Según los demandantes, el dinero enviado por UNRWA para pagar a sus empleados en Gaza fue convertido de dólares estadounidenses a shekels israelíes por cambistas afiliados a Hamas, quienes tomaban una parte del dinero para financiar actividades terroristas.
Entre los acusados se encuentran Philippe Lazzarini, comisionado general de UNRWA, y Pierre Krähenbühl, antiguo jefe de la agencia. La demanda argumenta que estos funcionarios sabían que Hamas estaba utilizando los fondos de la agencia “para comprar armas, explosivos y materiales para túneles”.
La demanda enfrenta varios desafíos legales significativos, incluyendo la cuestión de la inmunidad diplomática de los funcionarios de la ONU. Según Larry Johnson, exasesor legal adjunto de la ONU, los cuatro niveles más altos de funcionarios de la ONU gozan de inmunidad diplomática completa, mientras que los funcionarios de niveles inferiores tienen inmunidad funcional, lo que les protege de ser demandados por acciones realizadas en el ámbito de sus funciones oficiales.
El mecanismo financiero de la UNRWA
El proceso por el cual los fondos de UNRWA supuestamente llegaron a manos de Hamas es complejo. Cada mes, la agencia pedía a JPMorgan Chase que transfiriera millones de dólares a la sucursal de Nueva York del Arab Bank, que luego transfería el dinero a su sucursal en Ramallah, en Cisjordania. Desde allí, el dinero destinado a las operaciones de UNRWA en Gaza era retirado en efectivo y transportado en camiones a través de Israel hasta Gaza. Este sistema, según la demanda, facilitaba que Hamas se beneficiara de las conversiones de moneda, ya que los cambistas del grupo terrorista Hamas se encargaban de convertir los dólares en shekels, quedándose con una parte del dinero para financiar sus operaciones militares. “Solo Hamas se beneficia de las prácticas actuales de manejo de efectivo de UNRWA”, afirma la demanda.
Si bien la demanda enfrenta muchos desafíos, su mera presentación ya ha generado presión sobre UNRWA y los países donantes para que revisen sus prácticas financieras y su apoyo a la agencia. Además, el caso podría abrir la puerta a otras víctimas de ataques de Hamas para buscar compensaciones en los tribunales estadounidenses.
Aunque la UNRWA ha sido demandada varias veces desde los ataques de Hamas (varios de sus empleados participaron secuestrando, violando y asesinando a israelíes el 7 de octubre), esta demanda específica destaca por su detallada acusación sobre cómo los fondos de la agencia han sido utilizados para financiar actividades terroristas, lo que podría tener implicaciones significativas tanto para la agencia como para el conflicto entre Israel y Palestina. “Hamas no llevó a cabo estas atrocidades sin asistencia”, dice la demanda, y argumenta que la agencia proporcionó a Hamas “los dólares en efectivo que necesitaba para pagar a los contrabandistas por armas, explosivos y otros materiales terroristas”.
La UNRWA fue creada en 1949 con el objetivo de brindar asistencia y protección a los refugiados palestinos tras la guerra árabe-israelí de 1948. Financiada principalmente a través de donaciones de los Estados miembros de la ONU, la agencia proporciona servicios esenciales como educación, atención médica, asistencia social y ayuda de emergencia en Gaza, Cisjordania, Jordania, Líbano y Siria. En enero, Israel acusó a una docena de empleados de la agencia de haber participado en los ataques del 7 de octubre o en sus secuelas, lo que llevó a la suspensión parcial de la ayuda por parte de ocho países, incluido Estados Unidos.
Estas nuevas acusaciones contra UNRWA agravan la crisis de credibilidad de la agencia. Las alegaciones de que una agencia de la ONU, encargada de brindar ayuda humanitaria, podría estar indirectamente financiando actividades terroristas, ponen en tela de juicio la eficacia y la integridad de la ayuda internacional en la región. “El dinero de la UNRWA ha sido fundamental para mantener el terrorismo de Hamas”, argumenta la demanda.