Noa y Nir Baranes son las víctimas del mortífero ataque con cohetes de Hezbollah en los Altos del Golán.
Ambos murieron cuando un cohete de Hezbollah alcanzó su coche cerca del cruce de Nafah, al sur de su ciudad natal. Sus muertes elevan a 28 el número de víctimas de ataques desde Líbano en medio de la guerra de Gaza, entre ellas 12 civiles.
El grupo terrorista disparó cerca de 40 proyectiles Katyusha contra el norte de Israel, afectando tanto zonas civiles como una base militar.
Además de la muerte de los Barnes, las autoridades israelíes confirmaron la detección de decenas de misiles en los Altos del Golán, muchos de los cuales impactaron en terrenos deshabitados.
Este reciente intercambio de acciones bélicas ocurre solo días después de que Hezbollah efectuara otra ofensiva, también en respuesta a la muerte de uno de sus combatientes, hiriendo a cuatro personas al otro lado de la frontera.
Desde el ataque de Hamas el 7 de octubre, Hezbollah, el grupo terrorista respaldado por Irán y con base en Líbano, ha lanzado cohetes y aviones no tripulados contra el norte de Israel. Los incendios han devastado miles de acres de tierra, y 70.000 israelíes han sido evacuados, sin poder regresar a sus hogares.
El ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, recalcó que las tropas israelíes están preparadas para cualquier escenario, inclusive una operación a gran escala en el norte del país. Katz advirtió que una respuesta a las agresiones de Hezbollah podría tener consecuencias graves para Líbano, implicando que Hassan Nasrallah, líder de Hezbollah, sería visto como “el destructor del Líbano”. Esta declaración es la amenaza más reciente de Tel Aviv hacia el grupo pro iraní. Desde 2006, el nivel de tensión bélica no alcanzaba esta magnitud.
Hezbollah ha continuado lanzando ataques a pesar de los llamamientos de la comunidad internacional para que detenga sus acciones. Estas tensiones demuestran que las advertencias sobre una posible escalada del conflicto, con la intervención de nuevos actores de ambos lados, son cada vez más probables. El conflicto ha generado preocupación a nivel mundial debido al riesgo de un enfrentamiento más amplio y devastador en la región.
Los recientes incidentes también han causado nuevos incendios en zonas impactadas por los proyectiles en el norte de Israel, donde los bomberos ya están trabajando para extinguir las llamas. La militarización de ambos lados continúa incrementando, con la movilización de unidades de las Fuerzas de Defensa Israelíes y ataques subsecuentes a estructuras en el sur del Líbano.
La guerra abierta con Hezbollah podría escalar rápidamente a un conflicto regional, involucrando a Irán y sus aliados. Hassan Nasrallah, el líder de Hezbollah, ha advertido sobre una guerra sin límites, e Irán ha hablado de una “guerra aniquiladora”. Estas amenazas subrayan la gravedad de la situación y la necesidad de contención por parte de Israel.