Después del duro golpe que significó para Hezbollah la explosión simultánea de miles de beepers y walkie talkies de sus miembros, el grupo terrorista retomó sus ataques con misiles hacia el norte de Israel. Un bombardeo hacia la región de Galilea dejó un saldo de 8 heridos, dos de ellos en estado grave. En respuesta, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) atacaron infraestructura terrorista en el Líbano.
Al mismo tiempo, Hassan Nasrallah, líder del grupo terrorista del Líbano, desafió a Israel a invadir el territorio libanés y advirtió que los ataques explosivos de los últimos días serán consideradas como “una declaración de guerra”. En un discurso televisado, Nasrallah calificó de “insensato” al jefe del Mando Norte israelí y retó al ejército a avanzar hacia el Líbano: “Estamos esperando sus tanques, lo veremos como una oportunidad histórica”.
El líder terrorista respaldado por Irán advirtió que el duro golpe recibido en los últimos días no hará que se detenga la ofensiva contra Israel. “La única manera de que los desplazados del Norte vuelvan a sus hogares es detener la agresión contra la Franja de Gaza y Cisjordania”, sostuvo.
Además, Nasrallah aprovechó su discurso para agradecer “al gobierno libanés, al Ministerio de Sanidad y a las instituciones de defensa civil por sus esfuerzos” en la asistencia médica a los heridos. “Lo ocurrido en los dos últimos días merece un reconocimiento y una respuesta firme. Hay muchos heridos oculares, y los hospitales están bajo presión mientras trabajan sin descanso. Felicito a las familias de los mártires, tanto en casa como en el frente sur, por aceptar el honor del martirio, y deseo a los heridos una pronta recuperación”, manifestó, a la vez que agradeció también a Irán, Irak y Siria por el apoyo médico a sus víctimas.
“El enemigo israelí ha violado todas las leyes, reglamentos y líneas rojas. Numerosos bombardeos tuvieron como objetivo hospitales, mercados, vías públicas, viviendas y otras zonas densamente pobladas por civiles”, continuó Nasrallah. “Esperamos que el número de víctimas aumente debido a estos bombardeos radiales. Decenas de muertos e innumerables heridos aún no han sido completamente reportados, pero el número de víctimas es muy alto. El enemigo es consciente de que hay 4.000 portadores de beepers, todos ellos miembros de Hezbollah, lo que significa que quisieron asesinar a todos ellos en un instante. Israel no mostró ninguna consideración por el hecho de que estuvieran en zonas civiles”, argumentó el líder terrorista.
Nasrallah calificó el ataque atribuido al Mossad israelí como “una gran operación terrorista” a la que definió como “masacre”. Además, aseguró que han abierto varios comités de investigación interna sobre la infiltración israelí en sus dispositivos. “Hemos llegado a una conclusión casi definitiva: estas masacres equivalen a crímenes de guerra o a una declaración de guerra. El enemigo se enfrentará a una respuesta aplastante del eje de la resistencia. Este golpe no nos derribará”, amenazó.
Mientras el líder terrorista hablaba, jets de combate israelíes sobrevolaron Beirut, en una clara amenaza contra Nasrallah y sus secuaces. El sobrevuelo es un hecho inédito en los más de 11 meses de enfrentamientos y podría provocar una guerra abierta entre Israel y Hezbollah.