En un clima de creciente tensión en Medio Oriente, el general iraní Amir Ali Hajizadeh aseguró que el régimen busca realizar un nuevo ataque directo con misiles contra Israel. Este anuncio, realizado durante un encuentro en Teherán, subraya la disposición de Irán a intensificar su confrontación militar en la región.
El anuncio de Hajizadeh se sitúa en el contexto del ataque llevado a cabo por Irán en abril, conocido como Operación Promesa Verdadera. Durante este ataque, se lanzó una lluvia de cientos de misiles y drones hacia Israel. Aunque la mayoría fueron interceptados, el ataque marcó un aumento significativo en la agresividad militar de Irán y demostró la capacidad del país para realizar operaciones de gran escala. Un hecho notable de esta operación fue que una niña de siete años resultó gravemente herida, a pesar de la efectiva defensa antimisiles desplegada por Israel, Estados Unidos y otros aliados.
Las declaraciones de Hajizadeh se hicieron durante una reunión en Teherán para respaldar al grupo terrorista Hamas.
Hajizadeh admitió en su discurso que los grupos armados en Palestina y Líbano, incluyendo Hamas y Hezbollah, reciben ayuda y suministro de armas por parte de Irán. Esta afirmación no solo refuerza el papel de Irán como un actor clave en el “Eje de la Resistencia”, sino que también evidencia la estrategia de Teherán de fortalecer a sus aliados regionales para enfrentar a Israel. Según Hajizadeh, esta asistencia ha sido crucial en el accionar de estos grupos y su capacidad para llevar a cabo operaciones militares.
El respaldo de Irán a grupos terroristas en Palestina y Líbano se ha convertido en un componente central de su política exterior y estrategia militar. Según las declaraciones de Amir Ali Hajizadeh, comandante de la Fuerza Aeroespacial del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC), el armamento y el apoyo logístico proporcionado por Irán han sido determinantes para las capacidades operativas de organizaciones como Hamas y Hezbollah.
Irán ha suministrado una amplia gama de armas a estos grupos, desde cohetes y misiles hasta drones avanzados. Este arsenal ha permitido a Hamas y Hezbollah ejecutar ataques con mayor precisión y alcance. Además, Irán ha entrenado a combatientes de estos grupos, enseñándoles tácticas de guerra y el uso de tecnología militar avanzada. Este entrenamiento se lleva a cabo tanto en Irán como en otros lugares, utilizando instructores de la IRGC y otras unidades de élite.
El apoyo financiero de Irán también es significativo. Se estima que Irán destina cientos de millones de dólares anualmente para financiar las actividades de Hamas y Hezbollah. Este financiamiento no solo cubre la compra de armamento, sino también el mantenimiento de las infraestructuras necesarias para sostener una guerra prolongada, como túneles, instalaciones de almacenamiento y centros de comando.
El respaldo iraní ha tenido profundas implicaciones en la dinámica de poder en la región. Hezbollah, el grupo terrorista basado en Líbano, ha emergido como una fuerza poderosa, capaz de desafiar al ejército israelí y mantener una presencia significativa en la política libanesa.
En respuesta a las crecientes amenazas de Irán y sus aliados, el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Israel Katz, ha sido contundente en sus declaraciones. A través de su cuenta en X (anteriormente Twitter), Katz advirtió que si Hezbollah no cesa sus ataques y se retira del sur del Líbano, Israel tomará medidas enérgicas para restaurar la seguridad y permitir que los residentes regresen a sus hogares. Katz subrayó que un régimen que amenaza con la destrucción merece ser destruido, enviando un mensaje claro de que Israel está dispuesto a utilizar toda su fuerza militar para neutralizar las amenazas.