En un reciente operativo en el sur de la Franja de Gaza, el Ejército israelí neutralizó a Aiman Zaarab, comandante de la Yihad Islámica, acusado de dirigir ataques contra Israel, incluido el asalto del 7 de octubre que resultó en la muerte de aproximadamente 1.200 personas y el secuestro de más de 250, 132 de los cuales siguen secuestrados.
Durante el bombardeo al departamento de Zaarab, también fueron abatidos dos otros dos terroristas. Las autoridades militares de Israel describieron a Zaarab como un “agente veterano” involucrado en numerosas ofensivas y tentativas de infiltración en territorio israelí durante los últimos años.
El asalto al comandante se produce en un contexto de aumento de tensiones y violencia en la región. El ataque de octubre, liderado por Zaarab según el Ejército israelí, se centró en el puesto militar Sufa y el kibutz homónimo, culminando en significativas bajas y secuestros.
Aparte, en Cisjordania, el Ejército israelí informó haber desmantelado una célula de Hamas en Tulkarem, conduciendo a la muerte de tres miembros del grupo, incluyendo a Alaa Adib, comandante de las Brigadas al Qasam en la mencionada localidad.
Esta operación también implicó un enfrentamiento que dejó un policía israelí herido. Hamas ha relacionado a los fallecidos con ataques previos contra fuerzas y ciudadanos de Israel.