El Ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Israel Katz, advirtió de manera contundente sobre posibles represalias contra Irán si este país decide lanzar un ataque desde su territorio en respuesta al reciente bombardeo israelí en Damasco, que resultó en la muerte de varios miembros de la Guardia Revolucionaria del Irán.
Esta declaración se produce tras las amenazas de Ali Khameneí, líder supremo de Irán, quien prometió acciones en venganza por el asalto al consulado iraní en la capital siria.
Según Katz, cualquier ataque contra suelo israelí desencadenaría un contraataque directo en Irán. Estas declaraciones fueron publicadas en la plataforma X, en hebreo y en farsi, y reiteradas en una entrevista a Reshet Bet, la radio pública israelí.
El conflicto se intensifica con las acusaciones de Katz hacia Irán, señalándolo como el principal promotor de grupos terroristas por Israel, como Hamas y Hezbollah, este último con fuerte presencia en el sur de Líbano.
La tensión entre ambos países se agudiza más tras la muerte del general de brigada Mohamed Reza Zahedi, alto mando de las Fuerzas Quds iraníes, en el mencionado bombardeo en Damasco.
La disputa ha escalado a tal punto que el ejército de Israel ha indicado estar en una fase avanzada de preparación para un potencial conflicto en su frontera norte, evidenciando la grave situación de seguridad que vive la región.
Por otro lado, la Casa Blanca, mediante su asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, ha manifestado esfuerzos diplomáticos para alcanzar una tregua en la Franja de Gaza, presionando a Qatar para que intermedie con Hamas respecto a una propuesta de cese al fuego.
La propuesta, debatida recientemente en El Cairo, ofrece la liberación de rehenes a cambio de un alto el fuego temporal y la liberación de prisioneros palestinos; sin embargo, no satisface todas las demandas del grupo islamista.
Sullivan destacó la falta de cooperación por parte de Hamas y subrayó que, pese a los intentos de diálogo, el plan de Israel para una posible ofensiva militar en Rafah sigue siendo una incógnita para Estados Unidos, resaltando la oposición de este último a una invasión terrestre masiva en la región.