Israel planeaba un ataque a gran escala contra Irán tras el ataque del 13 de abril, pero por sugerencia de sus aliados decidió reducirlo para poder evitar una escalada regional, según informó el New York Times. Citando a tres funcionarios israelíes, el diario estadounidense afirma que el plan original de represalia incluía un contraataque mucho más amplio contra objetivos militares, incluso cerca de Teherán.
Como se informó anteriormente, Israel archivó los planes para una respuesta inmediata al ataque sin precedentes de Irán cuando quedó claro que había detenido la mayoría de los misiles y aviones no tripulados iraníes con la ayuda de una coalición liderada por Estados Unidos. Tras una llamada telefónica esa noche entre el presidente estadounidense Joe Biden y el primer ministro Benjamin Netanyahu, finalmente se optó por una respuesta menos contundente en medio de una intensa presión diplomática para evitar una escalada de las hostilidades directas.
Citando a funcionarios israelíes y occidentales, el Times también dice que aviones de combate israelíes dispararon “un pequeño número de misiles” al oeste de Irán, y también utilizaron pequeños drones de ataque, conocidos como quadcopters, “para confundir a las defensas aéreas iraníes”.
Según el informe, un solo misil alcanzó una batería antiaérea en una zona de importancia estratégica del centro de Irán, mientras que otro explotó en pleno vuelo. Ese segundo misil fue destruido por la Fuerza Aérea “una vez que quedó claro que el primero había alcanzado su objetivo, para evitar causar demasiados daños”.
El relato del Times también afirma que Israel programó inicialmente el ataque para la noche del lunes 15 de abril, pero lo detuvo a último minuto por temor a que Hezbollah pudiera “aumentar significativamente la intensidad de sus ataques contra el norte de Israel”.
Israel no ha reconocido oficialmente la responsabilidad del contraataque, aunque varios de sus dirigentes la han insinuado, e Irán ha restado importancia a la respuesta y no ha culpado directamente a Israel.