El general Aharon Haliva, jefe de la inteligencia militar de Israel, ha presentado su dimisión tras el ataque de Hamas el 7 de octubre, marcando la renuncia del primer alto funcionario israelí por la masacre de Hamas.
El ataque ha sido el más letal en la historia del país, donde terroristas de Hamas superaron las defensas fronterizas, atacaron poblaciones israelíes, asesinando a 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomaron aproximadamente 250 rehenes hacia Gaza. Este incidente desató una guerra en curso en la Franja de Gaza.
El Ejército de Israel confirmó que Haliva solicitó terminar su servicio asumiendo la responsabilidad por los fallos de seguridad que no pudieron prevenir el ataque. Poco después del suceso, Haliva había declarado públicamente su culpa por no haber evitado este asalto.
Además, la iniciativa de Haliva abre la posibilidad de más renuncias dentro de la cúpula de seguridad israelí, aunque no se han confirmado más dimisiones hasta el momento.
Este ataque no solo sorprendió a Israel por su ferocidad sino también por ocurrir durante un feriado judío, lo que ha causado un profundo impacto en la percepción pública sobre la fiabilidad de sus fuerzas armadas. Se espera que la renuncia de Haliva ayude a restaurar parte de la confianza perdida.
Las autoridades y ciudadanos israelíes aún esperan por respuestas y potenciales responsabilidades por parte de otros líderes, incluyendo al Primer Ministro Benjamin Netanyahu, quien ha esquivado asumir una responsabilidad directa.