El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó por primera vez un llamamiento a un alto al fuego en Gaza. La resolución fue aprobada con 14 votos afirmativos, mientras que Estados Unidos, a diferencia de las ocasiones anteriores en las que ejerció su derecho a veto, se abstuvo.
El gobierno de Joe Biden había rechazado las resoluciones anteriores por no vincular el pedido de cese del fuego con la exigencia de que sean liberados todos los secuestrados israelíes en manos del grupo terrorista Hamas. Esas iniciativas fueron bloqueadas por Rusia y China, que también tienen poder de veto por ser miembros del Consejo de Seguridad.
En respuesta al cambio de posición de los Estados Unidos, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu canceló el viaje de la delegación israelí que iba a viajar esta semana a Washington para discutir con funcionarios estadounidenses la ofensiva en Rafah, la ciudad del sur de Gaza. Minutos antes de la votación, el mandatario israelí había adelantado a los medios israelíes que detendría el viaje si Estados Unidos cambiaba su postura respecto a la resolución.
La abstención estadounidense refleja que la relación entre ambos países se está resquebrajando por la intención israelí de avanzar en Rafah a pesar de no contar con el apoyo del gobierno estadounidense.
El portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, declaró que la abstención no representa un cambio de política. “La razón por la que nos abstuvimos es porque el texto de esta resolución no condenaba a Hamas y realmente creemos que Hamas debe ser condenado por lo que hizo el 7 de octubre“, declaró a los periodistas. El funcionario agregó que los representantes estadounidenses seguían esperando reunirse con el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, para hablar sobre los secuestrados, el ingreso de ayuda humanitaria a Gaza y la protección de los civiles en Rafah.