El chileno Rodrigo Gonzáles, creador de la plataforma Veo Israel, realizó el primer documental en español sobre la masacre del 7 de octubre. El objetivo es llevar al público hispanohablante información de primera mano, en su idioma, para contar lo que pasó.
El documental “7 de octubre: las voces de la memoria” tiene como objetivo dar voz a las experiencias traumáticas vividas por la comunidad latina en Israel durante los ataques perpetrados por Hamas. En sus 25 minutos actuales, la producción ofrece una mirada profunda y conmovedora de los eventos, pero su creador, el documentalista chileno Rodrigo Gonzáles, planea expandirlo a una película de mayor duración.
Gonzáles explicó a Infobae que la idea es proporcionar a los millones de latinos un material en su idioma que explique lo sucedido, ya que no existe suficiente contenido en español sobre estos eventos. “Nosotros consumimos en español, y no hay material sobre lo que sucedió en nuestro idioma, así que decidí comenzar a reunirlo. Tengo más de 250 testimonios y hay muchísimos más, porque la comunidad latina en los kibbutzim atacados es enorme”, relata Gonzáles.
Uno de los puntos más impactantes del documental son los testimonios de los sobrevivientes, quienes describen en detalle las atrocidades cometidas durante los ataques del 7 de octubre. Cecilia Gallardo, una sobreviviente, cuenta: “Hay cosas que no te imaginas. Hay cosas que la gente no se imagina que hicieron. Violaron a las niñas, las violaron”.
Gallardo vive en Nahal Oz, a 700 metros de la Franja de Gaza, y su kibbutz fue atacado por 150 terroristas. “Cuando llego a lo de mi hijo empieza otro bombardeo. Me tiró fuerte. Me caí. Me rompí los dientes, me quebré los dedos y las costillas. Pero no sentí nada. Corrí al búnker”, narra Gallardo, quien estuvo escondida 22 horas.
Lalo Berdivchevsky, abuelo de Itay que fue asesinado junto a su mujer Hadar, en el Kibutz Kfar Aza, cuenta cómo sus bisnietos, mellizos de 10 meses, quedaron huérfanos el 7 de octubre: “14 horas sin comida estuvieron, con los padres asesinados al lado. Bebés de 10 meses. Primero asesinaron a la madre, luego al padre. Ahora son huérfanos de padre y madre”.
Berdivchevsky cuenta con detalle la brutalidad de Hamas: “Primero la asesinaron a ella, que había salido de la pieza a prepararles la mamadera. Abrió la puerta y, por la ventana le dispararon y la mataron. Entraron en la casa y trataron de abrir el mamad (refugio israelí) y empezaron a disparar por la puerta y ahí lo asesinaron a él”.
Los testimonios también incluyen relatos gráficos de la violencia. Danny Garcovich, sobreviviente del kibbutz Kissufim y jefe de la compañía de bomberos, revela: “En el caso de mi hija y su esposo, toda la casa cayó ardiendo sobre ellos. Nosotros pudimos recuperar de ahí solamente cenizas de dos cuerpos abrazados”.
El 7 de octubre, además de atacar las comunidades fronterizas, cientos de terroristas de Hamas se dirigieron al Festival Nova, un evento internacional de paz y tolerancia. Victoria Heller, una sobreviviente del festival, recuerda: “Había cuerpos por todas partes. Sentí miedo de muerte. Sabés que estás por morir. Que podés morir en cualquier momento. Es mucho peor que el miedo. Es una sensación de asfixia, de pánico, de nerviosismo”. Heller destaca la crueldad de los ataques, mencionando que mutilaron a personas y cometieron actos de sadismo.
Juan Barriga, médico cirujano que atendió a las víctimas del 7 de octubre, describe sin pausas las atrocidades que vio: “Había una señora que estaba en el kibutz con su hijo de un año y vio cómo mataban a su marido. Y después de que lo mataron, le dispararon al hijo en la cabeza. Esa bala atravesó la cabeza del pequeño y se alojó en el brazo de la mujer… A la señora ya no le funciona su brazo. Murió su esposo y murió su hijo de un año”.
La comunidad latina en los kibbutzim atacados es considerable, y la falta de material en español sobre estos eventos ha impulsado a Gonzáles a crear este documental. Isaac Assa, fundador y presidente de ILAN (Israel American Latin Network), también participa en el documental y enfatiza: “No fue solamente que gente llegó y mató, sino que llegaron a cometer actos de barbarie como degollar gente, matar a hijos frente a los padres y a padres frente a sus hijos, meter a un niño a un horno…cosas que no te imaginas. La misma gente que cruzaba todos los días a trabajar en esos kibutz, son la misma gente que entró. Ellos mismos entraron a hacer toda esa masacre”.