El lunes 1 de julio, los terroristas palestinos lanzaron uno de los mayores ataques con misiles hacia Israel en meses, mientras las fuerzas israelíes reanudaron los enfrentamientos con Hamas en un vecindario de la ciudad de Gaza.
Estos eventos señalan que el conflicto se encamina a convertirse en una guerra de desgaste prolongada, ya que los terroristas se reagrupan y rearman.
El grupo Yihad Islámica Palestina, aliado de Hamas, disparó cohetes hacia el sur de Israel desde Khan Younis. La mayoría de estos proyectiles fueron interceptados, según el ejército israelí, y no causaron daños significativos. Sin embargo, la capacidad continua de los terroristas para lanzar ataques subraya los desafíos que enfrenta Israel en su campaña en Gaza.
Las incursiones militares en el vecindario de Shuja’iyya en la ciudad de Gaza, iniciadas la semana pasada, son un ejemplo claro de las dificultades que enfrenta Israel para erradicar a Hamas. Las fuerzas israelíes han tenido que regresar a áreas donde ya habían operado debido a que Hamas se ha reagrupado y ha recuperado el control.
Estas operaciones, que incluyen enfrentamientos intensos y la destrucción de infraestructuras, reflejan la persistencia de Hamas y su capacidad para seguir operando.
La reagrupación de Hamas en varias áreas de Gaza, incluyendo Jabalia y el hospital Al-Shifa, indica la capacidad del grupo terrorista para sobrevivir y adaptarse. Analistas de seguridad consultados por The Wall Street Journal señalan que Israel corre el riesgo de caer en un conflicto a largo plazo con Hamas, que ha demostrado ser resiliente y capaz de atraer nuevos reclutas. Jóvenes que han perdido a sus familias en el conflicto están uniéndose a las filas de Hamas, alimentando el ciclo de violencia.
Expertos como Joost Hiltermann, del International Crisis Group, señalan que el conflicto se está convirtiendo en un “atolladero” con una guerra de baja intensidad que podría prolongarse indefinidamente.
La capacidad de Hamas para operar a través de túneles y realizar ataques esporádicos demuestra su habilidad para evadir los esfuerzos israelíes de erradicación total. Estos análisis subrayan la dificultad de alcanzar una solución militar definitiva.
A pesar de los esfuerzos israelíes para cortar el suministro de armas a Hamas, el grupo aún posee un arsenal significativo y ha mostrado una capacidad sostenida para atacar a las fuerzas israelíes.
Un informe de inteligencia estadounidense destacó que Israel probablemente enfrentará una “resistencia armada persistente” de Hamas en los próximos años.
Estas evaluaciones indican que, aunque debilitado, Hamas sigue siendo una fuerza insurgente poderosa.