El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró el miércoles que se opone a que Israel ataque las instalaciones nucleares iraníes en represalia por el ataque con misiles balísticos de Irán, y dijo a los periodistas que Jerusalén tiene derecho a responder, pero que debe hacerlo “proporcionalmente”.
Biden sí dijo que se impondrían sanciones contra Irán y que discutió la idea con los líderes de los países del G7 en una llamada conjunta a primera hora del miércoles.
“Discutiremos con los israelíes lo que van a hacer, pero los siete estamos de acuerdo en que tienen derecho a responder, pero deben hacerlo de forma proporcional”, dijo Biden a los periodistas antes de embarcar en el Air Force One.
En declaraciones a la prensa en Washington, Biden instó a Israel a responder “proporcionalmente” al ataque. Preguntado sobre si respalda un ataque contra las instalaciones nucleares iraníes, Biden respondió: “La respuesta es no”.
El Secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, se entrevistó con sus homólogos francés, británico, alemán e italiano para transmitirles ese mensaje, según informó el Departamento de Estado. En Washington y en otros lugares, prevalece un sentimiento de temor mientras los funcionarios esperan a ver si Netanyahu, presionado en su país para que actúe, se verá tentado a golpear fuerte y más profundamente a Irán, llevando la lucha al enemigo jurado de su país.
Todas las partes son conscientes de que cualquier ataque de represalia contra las instalaciones nucleares o petrolíferas de Irán enviaría a Medio Oriente a una espiral aún más caótica, pero Israel parece no haber tomado aún una decisión.
Cuando Irán atacó por primera vez a Israel en abril pasado, un movimiento que Teherán básicamente telegrafió al mundo, Israel respondió con ataques limitados, gracias en parte a la presión de Estados Unidos.