El ejército israelí informó el lunes el inicio de una nueva operación terrestre en la ciudad de Gaza durante la noche, la última de una serie de incursiones dirigidas contra zonas en las que, según afirman los militares, se han restablecido terroristas de Hamas desde que las fuerzas israelíes se fueron para operar en otras partes de Gaza.
La operación terrestre fue impulsada por “información de inteligencia que indicaba la presencia de infraestructura terrorista de Hamas y la de la Jihad Islámica, operativos, armas y salas de investigación y detención”, dijo el ejército en un comunicado. Los militares añadieron que la zona a la que se había desplazado incluía la sede de la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos, conocida como UNRWA.
Las fuerzas israelíes se han visto forzadas a regresar a partes de Gaza que habían abandonado previamente, especialmente en el norte, a medida que Hamas se ha ido reagrupando en las zonas que dejan atrás las tropas israelíes. Los combates se han recrudecido incluso cuando el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha hablado de una nueva fase menos intensa de la guerra.
El ejército dijo que había advertido a los civiles de su actividad y abierto una “ruta definida” para su evacuación. Wafa, la agencia de noticias oficial de la Autoridad Palestina, informó de “un éxodo masivo de miles de palestinos” de la zona hacia los barrios del noroeste de la ciudad de Gaza.
Mientras tanto, Hamas acusa a Netanyahu de obstaculizar las negociaciones para un cese del fuego. Según informó la agencia Reuters, el grupo terrorista emitió un comunicado en el que pide a los mediadores que intervengan contra lo que califica de “maniobras y crímenes” de Netanyahu.
En las últimas horas, y tras semanas de estancamiento, las negociaciones para un alto el fuego entre Israel y Hamas se han reactivado. Las diferentes presiones internacionales, en especial de los Estados Unidos, han llevado a que se retomen las negociaciones tras más de seis meses sin avances.
La propuesta en discusión es la impulsada por el Presidente Joe Biden, que incluye una tregua de seis semanas a cambio de la liberación de todas las rehenes mujeres, los ancianos y los enfermos o heridos. En la segunda etapa, se contempla la liberación del resto de los secuestrados, incluidos jóvenes y soldados, a cambio de miles de presos palestinos que cumplen condenas por cargos de terrorismo en cárceles israelíes.