En las últimas horas se conocieron más detsalles sobre las crudas condiciones de cautiverio que vivieron Hersh Goldberg-Polin, Ori Danino, Eden Yerushalmi, Almog Sarusi, Alexander Lubnov y Carmel Gat., los seis rehenes israelíes cuyos cadáveres fueron recuperados de un túnel en Rafah, al sur de Gaza, el 31 de agosto, poco después de que fueran asesinados por terroristas.
Según el Canal 12, el contralmirante Daniel Hagari, portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, ha informado a algunas de las familias de los rehenes sobre los últimos días y momentos de sus seres queridos.
Los seis estaban retenidos en un túnel pequeño y muy estrecho, de apenas dos personas de ancho, y demasiado bajo para que pudieran mantenerse totalmente erguidos, según el informe, que añadía que la falta de salidas de aire dificultaba la respiración de los rehenes.
No había baños ni duchas en el túnel, y los rehenes se lavaban con el agua de las botellas de las que bebían. En el túnel se encontraron barritas de proteínas, pero los rehenes tenían muy poca comida y adelgazaron hasta el punto de que uno de ellos, Eden Yerushalmi, de 24 años, pesaba sólo 36 kilos.
Se dice que en el túnel había un generador, una pequeña linterna defectuosa, un juego de ajedrez, útiles de escritura y blocs de notas. Las FDI han entregado los cuadernos a las respectivas familias, según el informe.
Las IDF creen que fueron asesinados hace unos 10 días, más o menos un día antes de que las FDI llegaran al túnel, según el informe. “Se estima que varios de los seis se defendieron y forcejearon con quienes les dispararon”, añade el informe.
Los rehenes “hicieron todo lo posible para sobrevivir en circunstancias imposibles”, dijeron miembros de una familia de uno de los rehenes ejecutados a Canal 12, “y, al final, Hamas los asesinó”.