La Cámara de Representantes de Estados Unidos, de mayoría republicana, votó una medida de alcance simbólico para obligar al presidente Joe Biden a poner fin a la suspensión de un envío de bombas de gran potencia a Israel.
La interrupción de la entrega del cargamento, que incluye bombas de 907 kg y 226 kg, fue decidida en un momento en que Washington, principal aliado militar de Israel, se opone a una gran ofensiva de las tropas israelíes en la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza.
La medida votada por los republicanos no tiene prácticamente posibilidades de transformarse en ley, ya que en el Senado los demócratas son mayoría y, de cualquier forma, Biden ha prometido vetarla.
La norma impediría al presidente congelar cualquier ayuda militar aprobada por el Congreso para Israel, país que adelanta una guerra contra Hamás en Gaza tras un ataque sin precedentes de ese movimiento islamista del 7 de octubre.
“El presidente y su gobierno deben inmediatamente dar marcha atrás y apoyar a Israel“, declaró en un comunicado Mike Johnson, líder republicano de la Cámara de Representantes.
La votación en el Congreso estadounidense ocurre al mismo tiempo que el gobierno israelí anunció que intensificará sus operaciones terrestres en Rafah, pese a los pedidos de la comunidad internacional de evitar una invasión para proteger a la población civil.
Los republicanos argumentan que Biden no tiene derecho a interferir en la campaña militar de Israel, mientras que los líderes demócratas en la Cámara de Representantes calificaron la votación como “otra artimaña partidista” para interferir en las facultades del presidente de conducir la política exterior.
Sin embargo, 16 representantes demócratas apoyaron la iniciativa republicana, desafiando al jefe de estado.
La suspensión determinada por la Casa Blanca sólo afecta una parte del material militar provisto por Estados Unidos.