Hussein Ahmad Karaki está acusado de operaciones de reclutamiento y planificación de acciones terroristas, entre las que se encuentran los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA en la década del 90.
La República Islámica admite que trata de evitar escalar el conflicto, pero advierte que se está preparando para hacerlo si el ya anunciado ataque israelí incluye a centrales nucleares o energéticas o si tiene como objetivo altos mandos israelíes.
“El primer ministro acogió con satisfacción la voluntad de Egipto de hacer avanzar un acuerdo”, comunicó el gobierno israelí. Todavía hay 101 rehenes israelíes en Gaza.
Antony Blinken se reunió con el primer ministro qatarí y aseguró que los negociadores se reunirán en Doha “en los próximos días” para retomar la conversación sobre la liberación de los rehenes y el fin de la guerra.
Hace tres semanas, Teherán lanzó 181 misiles hacia Israel, marcando el segundo ataque de este tipo en la historia reciente.
El secretario de Estado insiste con pedirle moderación al gobierno israelí en su respuesta a Teherán, que podría volver a escalar el conflicto regional. Mientras tanto, siguen los enfrentamientos entre las FDI y Hezbollah en el Líbano.
Las Fuerzas de Defensa (FDI) aseguraron que Safieddine fue eliminado en un ataque aéreo sobre Beirut, la capital del Líbano, a principios de mes.
La embajadora israelí en Costa Rica, Mijal Gur Aryeh, aseguró que grupos radicales armados financiados por Teherán operan en América Latina, donde los servicios de inteligencia israelíes coordinan con diferentes autoridades para interceptarlos.
En una conferencia de prensa, el portavoz de las FDI compartió imágenes de uno de los búnkeres del abatido jefe terrorista de Hezbollah, Hassan Nasrallah, situado debajo el hospital Sahel de Beirut.
El jefe del Shin Bet, Ronen Bar, viajó a El Cairo para tratar de reanudar las conversaciones, mientras un enviado estadounidense desembarca en Beirut para negociar una tregua con Hezbollah.
