China recibirá la semana próxima a altos cargos del grupo terrorista Hamas y a líderes del partido político palestino Fatah, que gobierna la Autoridad Palestina de Cisjordania, en un esfuerzo por salvar las distancias entre las facciones rivales y por empezar a delinear el futuro de la Franja de Gaza y de Cisjordania para el día después de la guerra con Israel.
Dado que Israel y Hamas parecen estar avanzando en un acuerdo de cese del fuego en la Franja de Gaza, las conversaciones sobre los planes para el futuro del enclave han adquirido mayor urgencia. Los anteriores intentos de mediación entre ambos grupos -incluida una reunión en Pekín en abril- no han dado buenos resultados. Sin embargo, los planes para la reunión de la próxima semana indican que China no renuncia a sus antiguos intentos de presentarse como mediadora en el conflicto.
Ismail Haniyeh, jefe político de Hamas, encabezará la delegación del grupo a Pekín, según informó Mousa Abu Marzouk, alto cargo del grupo terrorista. Por su parte, Fatah enviaría a la capital china a tres funcionarios, entre ellos Mahmoud al-Aloul, vicepresidente del partido, según informó The New York Times.
Quien reciba a las delegaciones será el ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi. El funcionario oriental reuniría con las facciones palestinas en dos encuentros, un primero el 21 de julio y otro el 23 del mismo mes.
Hamas y Fatah tienen una tensa historia y llevan años enfrentados, cada uno tratando de presentarse como el líder legítimo del pueblo palestino. Desde 2006, cuando Hamas se impuso en unos comicios marcados por la violencia en la campaña, no hay elecciones limpias en Gaza.
Estas diferencias se pusieron de manifiesto el fin de semana, cuando Israel lanzó un ataque aéreo contra el sur de Gaza dirigido contra Muhammad Deif, líder del ala militar de Hamas, en el que murieron decenas de personas. Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina, dijo que Israel y Estados Unidos eran plenamente responsables de “la terrible masacre”, pero sugirió que los militantes de Hamas habían proporcionado a Israel un pretexto para atacar a civiles palestinos al mezclarse entre ellos. Hamas respondió acusando a la oficina de Abbas de “eximir” a Israel de la responsabilidad de sus actos.
Funcionarios estadounidenses han sugerido que la Autoridad Palestina debería desempeñar un papel central en el gobierno de una Gaza de posguerra, aunque lo más probable es que ello requiera la aprobación de Hamas. Un número creciente de palestinos han argumentado que Fatah y Hamas necesitan encontrar un terreno común para avanzar en la reconstrucción de Gaza cuando termine la guerra actual, aunque muchos son pesimistas sobre esta perspectiva.
Según The New York Times, las autoridades de Hamas se han mostrado dispuestas a renunciar al control civil de Gaza, traspasando la responsabilidad de la reconstrucción del enclave a un gobierno de independientes, aunque ha descartado desmantelar su ala militar. El establecimiento de un gobierno independiente en Gaza sin vínculos formales con el grupo terrorista podría facilitar la participación de Estados Unidos, las naciones europeas y las organizaciones internacionales en la reconstrucción del territorio.
Para China, acoger la reunión entre Hamas y Fatah supondrá una nueva oportunidad de actuar como mediador en la escena internacional. En los últimos años, China se ha esforzado por ampliar sus lazos y su influencia en Oriente Próximo, sobre todo contribuyendo al acercamiento diplomático entre Arabia Saudita e Irán el año pasado. También ha incrementado sus inversiones en la región y se ha comprometido a ampliar la cooperación con los países de la zona en ámbitos como la inteligencia artificial, donde Estados Unidos ha intentado aislar a China.